Cuando hay dinero de por medio, las peleas entre herederos son más que habituales: tensiones entre hermanos que se reavivan, viejas rencillas que nunca quedaron resueltas o reproches por quién hizo o dejó de hacer son algunos de los problemas que emergen al calorcillo de la herencia. En este contexto cada vez son más frecuentes los casos de personas que prefieren vender sus derechos sobre el patrimonio que le corresponde antes que tener que lidiar con los familiares, incluso perdiendo dinero.
En internet hay muchas empresas que se dedican precisamente a esto, a comprar la parte de una herencia o proindivisos, el derecho sobre una parte de la propiedad que le pertenece a varias personas. Rápido y sin intermediarios. De hecho, esta es una opción cada vez más recurrente cuando un heredero no tiene buena relación con el resto de herederos, o simplemente no tiene la capacidad de gestionar los pagos de los trámites para poder heredar.
Las herencias están creciendo en los últimos años a ritmo de entre el 3% y el 5%, y la previsión es que este año se cierre con cerca de 215.000 herencias. Aumentan, por tanto, las posibilidades de que se produzcan discusiones familiares en torno a qué hacer con ese piso que han heredado dos o más hermanos a partes iguales. Cuando unos abogan por vender y otros por lo contrario. Es ahí cuando entran en juego estas empresas que se dedican a comprar proindivisos, herencias y pisos de nuda propiedad. Son una forma rápida de hacer desaparecer el problema.
Con la herencia el heredero adquiere unos derechos económicos y patrimoniales que puede vender libremente, sin importar que disponga solo de una parte o de la totalidad de los bienes en el testamento. Para gestionar esa venta ni siquiera es necesario contactar con el resto de los sucesores, porque la parte que vende el titular le pertenece solo a él. Ahí reside la clave de que esta figura esté cada vez más solicitada.
Quien compra proindiviso pasa a ser propietario de la parte indivisa de la vivienda al instante. Sin embargo, el que compra una herencia solo adquiere un derecho futuro. El importe que se paga es muy variable y depende del tipo de vivienda, de la localización, de si está libre de cargas, etc., pero la media suele estar entre el 25% y el 40% de valor del proindiviso.
Las empresas que se dedican a comprar herencias juegan la carta del descanso mental del que vende. Sí, van a dejar de ganar dinero, pero también se van a olvidar de todos los problemas y quebraderos de cabeza que conlleva un proceso que puede ser largo y tortuoso. Según explica Abel Marín, autor del libro 'Protege tu herencia', en El Confidencial, este tipo de ventas casi nunca se hacen con la cabeza, sino que son fruto de unas emociones a flor de piel.
La mayor parte de las empresas que apuestan por la compraventa de herencia son inmobiliarias o particulares que han visto una ventana de negocio en la desesperación y la necesidad de liquidez de mucha gente. Una vez hecha la venta la empresa copropietaria intentará llegar a un acuerdo con el resto de herederos. Si no lo logra, acudirá a la vía judicial. En ese supuesto, el juez puede declarar la extinción del condominio y ordenará la subasta pública judicial. En esa subasta, será la propia empresa quien compre el piso en su totalidad a un precio muy inferior. Para luego reformarla y venderla a un precio más alto.