La pérdida de un ser querido conlleva, además del evidente dolor emocional, la gestión de diversos aspectos prácticos que a menudo pueden llegar a resultar abrumadores. Uno de estos aspectos es el manejo de las cuentas bancarias del fallecido. En España, el proceso para acceder y disponer de los fondos bancarios tras el fallecimiento de una persona está sujeto a una serie de normativas legales y procesos bancarios específicos que es crucial comprender para poder actuar con eficiencia en caso de que sea necesario.
De entrada lo que hay que saber es que sacar dinero de la cuenta de un fallecido sin autorización es considerado un delito. El Código Penal establece sanciones para aquellas personas que involuntariamente o intencionalmente saquen dinero de la cuenta bancaria de un fallecido. Las sanciones variarán en función de una serie de factores, como la cantidad y la intencionalidad, pero van de la multa económica hasta las penas de prisión.
Tras el fallecimiento de una persona, debemos notificar a la entidad bancaria la defunción, tras lo que sus cuentas bancarias dejan de poder ser operadas de manera ordinaria para realizar operación alguna hasta que se realice el proceso de adjudicación y reparto de la herencia. El acceso a estos fondos está regulado por la ley, y es importante seguir los pasos correctos para evitar complicaciones legales posteriores.
Es importante señalar que, hasta que no se finalice este proceso por completo, las entidades bancarias suelen bloquear las cuentas del fallecido, excepto para cargos directos imprescindibles como pueden ser los servicios funerarios. Es importante recopilar toda la información relacionada con las cuentas bancarias del fallecido, incluyendo números de cuenta y saldos, para poder identificar cualquier posible movimiento.
En el caso particular de las cuentas conjuntas, es decir, aquellas con más de un titular, con el fallecido siendo uno de ellos, el copropietario de la cuenta puede continuar operando con la parte del saldo que le corresponde. No obstante, se debe notificar en todo caso el fallecimiento al banco y, además, es pertinente y necesario presentar la documentación requerida para regularizar la situación.
Sacar dinero de la cuenta bancaria de un fallecido en España requiere de un proceso que debe seguirse con atención y respeto a la legalidad. Es aconsejable contar con la asesoría de un abogado especializado en sucesiones para guiar a los herederos a través de este proceso complejo y emocionalmente difícil. Aunque el procedimiento puede ser largo y a veces tedioso, es fundamental para asegurar que los deseos del ser querido y las leyes vigentes sean adecuadamente honrados y aplicados.