Un hombre de 95 años deja una herencia de 2,5 millones a su pueblo con una sola condición

Decidir a quién dejar tu herencia no siempre es una cuestión sencilla. Normalmente suelen ser los familiares más cercanos los primeros en quienes se piensa a la hora de hacer testamento, pero la cosa se complica cuando no hay cónyuge ni descendientes directos. Es el caso de Marcelin Arthur Chaix, un francés de 95 años fallecido el pasado mes de febrero, que tomó la decisión de dejar su millonario legado a su pueblo natal, eso sí, a cambio de cumplir una sola condición.

Chaix ha donado 2,5 millones de euros al municipio de Tourrettes, en el que residía, pero solo si ese dinero se destinaba a la construcción de un centro de acogida para personas mayores con fines estrictamente sociales y no lucrativos, según informa el canal de televisión galo BFM Var.

El proyecto estará finalizado dentro de dos años

La decisión ha suscitado la admiración y gratitud de todos los habitantes de la localidad. El testamento del hombre fue leído en el último pleno del Ayuntamiento, y tras explicarse con claridad los deseos de Chaix, el consejo municipal aprobó por unanimidad la aceptación de la herencia. Se espera que la construcción de esta 'guardería para mayores', que contaría con capacidad para diez personas, comience en breve y esté finalizada para dentro de dos años.

Concretamente, la herencia de Chaix se compone de 2.187.301 euros de sus cuentas corrientes y de 338.186 euros provenientes de sus contratos de seguros de vida. Con este capital, y siguiendo los deseos del anciano, la localidad planea ampliar la actual Casa de Asociaciones, un espacio que ya alberga el histórico club para mayores 'Oustaou Tourettan'. El plan pasa por modernizar y embellecer las instalaciones de modo que se cree un ambiente más acogedor y contratar a tres nuevos empleados para mejorar el servicio.

Una buena causa para el pueblo

"Podemos considerarnos afortunados por este legado y mostrar nuestro agradecimiento”, dijo la alcaldesa de Tourrettes. "¡Es maravilloso! Al menos este dinero se destinará a una buena causa para el pueblo”, confesó una de las vecinas de la localidad, mientras que otro no esperaba menos generosidad por parte del fallecido: “No me sorprende de él, siempre ayudaba a los demás”. “Ahora hay que utilizar bien estas sumas”, apostillaba otro con buena visión gestora.

La herencia habría cambiado mucho si el difunto señor Chaix hubiera tenido familia. Incluso aunque hubiera querido hacer esa donación al pueblo, sus descendentes habrían tenido prioridad. Al igual que en España, en Francia existe una figura similar a la legítima, denominada 'réserve héréditaire' o reserva hereditaria. Se refiere a la porción del patrimonio de la que el testador no puede disponer libremente, ya que está reservada para los herederos forzosos. En derecho francés son los hijos y nietos, y en ausencia de estos, el cónyuge sobreviviente. Ascendientes y colaterales no tienen derecho a la legítima.