Ángel Andreu ha acompañado a más de 400 emprendedores a poner en marcha sus negocios. Es mentor desde hace más de 30 años, "desde que me jubilé, pero antes no lo llamaban así". Ahora despliega su energía entre cita y cita, y tiene la impresión de que "trabajo ahora más que nunca". A sus 83 años no piensa parar, "mientras la salud lo permita, porque no hay nada más triste que una agenda vacía", sentencia Ángel con una sonrisa.
Como Ángel, cada vez más veteranos deciden dedicar su tiempo a ser mentores, consejeros que ponen su experiencia al servicio de los demás. Ángel lo hace gratis desde la asociación SECOT, pero otros, como Mayte Varela, han encontrado aquí una forma de ganarse la vida.
Andrea Zaragoza es la CEO de Bridge for Billions, una plataforma que pone en contacto a emprendedores y mentores. Para Andrea el mentoring "es un proceso de apoyo, guía y aprendizaje basado en la experiencia, la competencia, la confidencialidad y la confianza, para promover el crecimiento y desarrollo personal de los demás tanto en los negocios, como en otras áreas de la vida.
El mentoring está en plena expansión, y ya no se restringe solo al mundo de los negocios, hay mentores para acompañar proyectos en el campo de la educación, de la salud y el bienestar, o para la calidad de vida.
"Existe una cantidad enorme de talento y experiencia que no se aprovecha, y cuando tienes algo dentro, no te puedes quedar en casa mano sobre mano, a cualquier edad se puede cambiar el mundo, o por lo menos un cachito de mundo", explica Angel Andreu, que durante 50 años ha ocupado diferentes puestos directivos en multinacionales como Unión Cerrajera o Air Liquide.
La gran diferencia entre un mentor y un coach o un consultor es que el primero no suele cobrar por un trabajo que exige dedicación y a veces, malos tragos: "si acaso, el 25% de los proyectos que recibimos son viables. Me toca decirles que mejor se dediquen a otra cosa. A veces, se enfadan contigo, pero es mi responsabilidad evitar que se arruinen la vida".
En el caso de Andreu la satisfacción viene por otro lado "lo que me da la vida es levantarme cada mañana con un proyecto del que formas parte, es un gusto cuando ves que salen adelante", afirma.
Pero el mentoring también es una oportunidad de desarrollo laboral. Mayte Varela vive de ello. En Dublín trabajaba en una ong y allí conoció a un ejecutivo que dedicaba dos mañanas al mes a ayudar a su organización. "Su generosidad y la energía que vi en él han sido una gran inspiración. Era una persona en paz consigo misma y me cautivó. Yo quería sentirme así. Comencé dedicando un día a la semana a ayudar a organizaciones como voluntaria. Y así empezó mi aventura" cuenta Mayte.
Formación
Cualquier persona con experiencia, aptitudes y voluntad por transmitir su conocimiento a personas que inician un proyecto empresarial, social o de vida, y están dispuestos a hacer una inversión comprometida de su tiempo, puede ser mentor.
No existe una formación oficial, pero hay varias entidades que llevan tiempo trabajando en la formación de mentores y expiden certificados. Una de ellas es la Asociación Española de Mentoring. Puedes obtener un sello de mentor certificado por 55 euros, y en la plataforma encontrar emprendedores con proyectos en los que puedes colaborar.
Desde la asociación recomiendan a los mentores:
La mayoría de las veces los mentores no ganan dinero, al menos al principio, pero te unes a un ecosistema creativo que genera sinergias, tanto con otros mentores como con emprendedores e inversores. Del intercambio y la interacción surgen ideas y nuevos proyectos.
Además, la puesta en marcha de los proyectos te exige estar actualizado en conocimientos y formación, y te permite estar engrasado por si surgen nuevas oportunidades laborales, y pesa y mucho la satisfacción de haber colaborado a la puesta en marcha de nuevas empresas, que generan empleo y riqueza.
Y puede darte de comer. "He tardado un tiempo, pero ahora vivo de ello. Ser mentor es mi pasión y mi proyecto de vida. He encontrado casi sin querer un camino inesperado", explica Mayte Valera, que ha pasado del mentoring voluntario a ofrecer servicios de consultoría y acompañamiento a proyectos de empresas y particulares.
Lo mejor para profundizar en el mundo del mentoring es entrar en alguna de las plataformas que existen donde ofrecen formación y ponen en contacto a emprendedores con mentores. La ya mencionada de la Asociación Española de Mentoring es una de las más veteranas y tiene más de 4.000 emprendedores y más de 2.000 mentores activos. Al igual que SECOT, que se nutre de voluntarios jubilados.
A tener muy en cuenta está el proyecto Mentorday, que ofrece ayudas a emprendedores y ha creado un ecosistema que conecta emprendedores con expertos y financiadores para conseguir el éxito del proyecto. Puedes apuntarte como mentor o presentar proyecto propio.
Mentorsangels es una plataforma que te ofrece los contactos empresariales y de mentoring en el campo en que te mueves. Por una cuota de entre 25 y 100 euros al mes puedes contactar con inversores y expertos con intereses afines a los tuyos.
Bridgeforbillions también pone en contacto a emprendedores y mentores y ha desarrollado una metodología de trabajo que permite escoger los proyectos y realizar las reuniones online dentro de la plataforma.