Aunque vivimos en una sociedad que premia la juventud y la belleza, hasta el punto de que parece pasada cierta edad ya no pintamos nada. Y sin embargo, no es cierto… la experiencia es un grado. Hay historias que demuestran que nunca es tarde y menos para emprender.
Sin ir más lejos, Ray Kroc, el fundador de McDonalds, que se pasó la vida vendiendo vasos de papel hasta que a los 52 dio un giro profesional a su carrera; puedes comprobarlo en la película “The Founder”. Mary Kay Ash, creadora de la marca de cosméticos del mismo nombre, quien no comenzó a emprender hasta los 45. También Harland David Sanders, que a los 65 años y tras una vida de asalariado creó Kentucky Fried Chicken y la vendió por dos millones de dólares unos años más tarde, en 1964. O John Stith Pemberton, que fundó Coca Cola a los 55 años.
Si bien es cierto que hay países en los que emprender es más fácil que en otros, lo más complicado es saber quién soy y quién quiero ser… Y ser capaz de perder el miedo. Los profesionales de más de 50 años son ese grupo de experimentados, sabios y valiosos trabajadores, cada vez más capacitados tecnológicamente y que se desenvuelven con fluidez en entornos digitales. Podemos denominarles como la Generación de SuperEmprendedores.
Con 50 años o más piensan que nunca es tarde para emprender un negocio, para reinventarse. Tienen conocimiento, recursos económicos, contactos, experiencia acumulada y suelen asociarse con jóvenes profesionales tecnológicamente avanzados para buscar la complementariedad perfecta en un negocio. Aprenden y se adaptan pronto al entorno, tanto tecnológico como social.
Cuando hablamos de emprender, solemos pensar en jóvenes que quieren ser sus propios jefes, pero cada vez son más quienes deciden emprender en plena madurez. Sin duda uno de los motivos principales para emprender a los 50 es la experiencia que ya se ha acumulado a través de los años. Además, no hay que perder de vista que con la actual esperanza de vida en los países desarrollados, una persona de 50 años es joven para el mercado laboral, aunque haya empresarios que pretendan hacerte creer lo contrario.
Por otra parte, las personas que deciden emprender después de los 50 tienen mayores garantías de éxito. Así lo afirma un artículo de la revista Harvard Business Review: se dice que los emprendedores de más de 50 años tienen éxito en el doble de casos que los menores de 25, que parece que es la edad de salida de los emprendedores.
Además, a esa edad probablemente tengas más facilidades para obtener financiación para tu proyecto que personas más jóvenes. Puede que tengas ahorros. O tal vez puedas contar con una indemnización o la capitalización del paro para emprender. Sea como sea, es más fácil contar con los medios económicos necesarios a los 50 años que a los 20 o 30.
A esa edad, si tienes hijos ya son mayores y las cargas familiares son menores, por lo que no tendrás tanta presión económica. Y si piensas en la jubilación, puede que lleves muchos años cotizados pero no los suficientes para tener derecho a pensión. Por ello, el emprendimiento es una gran opción, además de que tienes más subvenciones a las que puedes acogerte a partir de esa edad.
1. Dedícate a aquello que verdaderamente te apasiona:
Puede que te hayas dedicado, hasta ahora, a alguna actividad que fuese conveniente pero que verdaderamente no te entusiasmara; puede ser que por obligación, por tu familia, por un tema económico o por comodidad. Emprender por cuenta ajena es la oportunidad ideal para dedicarte a aquello con lo que has soñado toda tu vida.
2. Todo se basa en el equilibrio:
Debes unir tus capacidades físicas y mentales con aquella tarea que quieras desarrollar, ten en cuenta que el tiempo de relajación es tan importante como el productivo, puedes apoyarte en socios y recuerda que debes aprender a delegar. Es importante ser realista y sincero con uno mismo; de este modo evitarás desmotivarte con las nuevas responsabilidades.
3. Asóciate con alguien joven.
Rodéate y escucha a gente joven y optimista. De esta forma reforzarás tu espíritu jovial y te mantendrás al tanto de todas las tendencias e innovaciones; también puedes tomar su rebeldía para jamás conformarte y luchar por lo que quieres.
Un buen punto de encuentro pueden ser los centros de coworking donde se puede establecer una relación de sinergia entre los jóvenes y los menos jóvenes, los primeros aportando la energía adicional, la frescura y rebeldía, aparte de apoyar con las nuevas tecnologías; los veteranos ayudando en la seguridad y congruencia en la toma de decisiones, la experiencia y solidez de años de trabajos varios y una parte muy importante, la seriedad que transmite confianza.
Si tu negocio necesita de disciplinas que no sabes manejar o no te interesa hacerlo (marketing online, informática avanzada, etc.) estudia la posibilidad de asociarte con algún experto que pueda suplir tus carencias para sumar al negocio.
Cuando un empresario de más edad se empareja con alguien más joven, obtienes una combinación insuperable: tienen conocimientos y entusiasmo en materia de tecnología, y tienes el capital, los recursos y contactos más antiguos y más sabios.
4. Saca partido de tu experiencia:
Los empresarios de edad con toda probabilidad tienen una historia profesional más larga, así como mayor experiencia crediticia para obtener los préstamos para empezar. Por lo tanto, la edad es un valor positivo.
5. Abrazar lo que es gratis:
Aprovecha todos los recursos gratuitos que puedas. Busca maneras de llegar a tu comunidad. Internet también ofrece muchos sitios y plantillas para planes de negocios.
6. Propuesta de valor:
Analiza el mercado y ve lo que tienes que aportar que nadie más está haciendo. Entonces, haz el trabajo primero.