La regla de dar solo el 85% para conseguir en realidad el 100% de tus objetivos

Es posible que alguna vez hayas tenido que hacer una presentación en el trabajo para la que has ensayado horas. La has preparado hasta el último detalle y lo tienes todo bajo control. Sin embargo, en el momento de la verdad te das cuenta de que te ha salido peor que en las prácticas previas. Te has puesto nervioso y has olvidado de cosas que tenías clarísimas. En algún momento incluso has perdido el hilo del discurso que tan bien aprendido tenías. ¿Qué te ha pasado? Que has sido víctima de la regla del 85 por ciento.

Esta regla, básicamente, dice que cuando alcanzamos el 85 por ciento de nuestra capacidad lo hacemos mejor que cuando estamos al 100 por ciento. O, dicho de otra forma, cuando estamos relajados rendimos mejor que cuando estamos nerviosos o demasiado concentrados. Por supuesto, no se trata de llegar descentrado o distraído, sino en un correcto nivel de relajamiento. Esta regla es aplicable no solo al trabajo, sino también al deporte o casi a cualquier ámbito de la vida.

El ejemplo de Carl Lewis

En el deporte tomemos el ejemplo de Carl Lewis, uno de los mejores velocistas de la historia del atletismo. Ganó 9 medallas de oro y una de plata en los Juegos Olímpicos, pero  raramente iba primero de principio a fin de una carrera. Sin embargo, no es que empezara flojo para darlo todo al final, sino que corría exactamente igual de principio a fin.

Lewis siempre estaba relajado y no cambiaba su estilo ni sus parámetros. Así, mientras los demás desaceleraban en la segunda parte de la carrera al haber agotado sus fuerzas, él los adelantaba gracias a sus prestaciones constantes. Lewis no parecía ir al 100%. Era como si se dedicara a expresar sólo el 85% de su fuerza. Eso sí, de principio a fin, sin decaer.

Lo mejor de uno mismo nos es el 100%

Lo que nos enseña esta regla es que, paradójicamente, no dar siempre lo mejor de ti puede ayudarte a dar lo mejor de ti. Dar constantemente el máximo significa exponerse al agotamiento si hablamos del trabajo, o al sobreentrenamiento y las lesiones, si nos referimos al deporte. Además, convengamos en que es humanamente imposible estar siempre al 100 por cien.

El verdadero significado de esta regla es que en términos de energía lo más recomendable es dar normalmente el 85 por ciento de tu energía, para estar preparado para dar el 100% cuando lo necesites. Como nos enseñaba Carl Lewis, la regla del 85 por ciento funciona en la continuidad y no en los picos.