A quien madruga dios le ayuda. O eso dice el refranero español. Las horas de sueño y de descanso son clave para que al día siguiente estemos como una rosa y podemos hacer frente a todo lo que nos depare el día. No todo el mundo necesita dormir el mismo número de horas, eso va por edades, pero cada vez se habla más de los beneficios de madrugar como un hábito que nos permita dar ese cambio de vida que tanto necesitamos y nos puede ayudar en el camino hacia un estilo de vida más saludable.
Es probable que en alguna ocasión hayas escuchado hablar del llamado club de las cinco de la mañana, método que siguen personalidades como Michelle Obama, las actrices Gwyneth Paltrow y Jennifer Aniston, o el multimillonario Richard Branson. ¿En qué consiste este estilo de vida creado por el experto en liderazgo Robin Sharma?
Lo que propone este estilo de vida es bastante sencillo en la teoría, quizá en la práctica cuesta un poco más. Básicamente consiste en levantarse a las 5 de la mañana y hacer 20 minutos de ejercicio físico, luego 20 minutos de reflexión y, por último, 20 minutos de planificación o estudio, lo que Sharma define como “muévete, reflexiona, crece”.
Tal y como el autor del libro explicó a Infobae, “la primera hora de tu día tiene un efecto enorme sobre la positividad de las siguientes horas. Hay que adueñarse de las mañanas. Empezar con ejercicio intenso y luego incluir tiempo para la meditación y la lectura, cualquier práctica que implique la calma”. Todo ello se enfoca en mejorar tanto nuestra salud mental como nuestro estado de ánimo.
Según señalan, poner el cuerpo y la mente en marcha cuando el mundo, al menos en tu franja horaria, no ha empezado a trabajar permite un mejor control de la salud mental, sobre el manejo del estrés o una productividad constante y eficaz. Este estilo de vida permite que te encuentres contigo mismo y dediques más tiempo a un momento del día que, por lo general, lo hacemos a toda prisa, especialmente cuando se tienen hijos que llevar al colegio o al instituto, y siempre vamos con el tiempo justo.
Con este método, una de las cosas que se pueden hacer es desayunar bien y en tranquilidad, aprovechando la que la comida más importante del día y, poco a poco, encontrar tanto un bienestar físico como emocional.
Eso sí, ser parte del club de las 5 de la mañana conlleva unas consecuencias para no restar horas de sueño y de descanso, por lo que es fundamental entrar en otro tipo de rutina en la que a eso de las 9 o las 10 de la noche ya hay que estar en la cama preparados para coger el sueño.
No obstante, por mucho que este estilo de vida tenga una serie de beneficios, no está hecho para rodo el mundo porque no todas las personas cuentan con una misma rutina y unos mismos horarios, así como que cada persona cuenta con un momento de máxima energía que no tiene por qué coincidir con la mañana.
Por ello, es clave identificar dónde está nuestro punto de mayor energía, que puede producirse por la mañana, por la tarde-noche o a mitad entre esos dos periodos.