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En los años 60 del siglo pasado emigrar a países europeos como Alemania o Francia fue una alternativa a la que se acogieron muchos españoles en busca de un futuro mejor. Desde entonces, irse a trabajar al extranjero ha sido una salida recurrente para muchos cuando no encuentran trabajo en nuestro país, cuando buscan experiencias nuevas y distintas, o simplemente cuando quieren dar un giro radical a sus vidas.
En la actualidad hay 6,5 millones de europeos que trabajan en un país extranjero perteneciente a la UE, según los datos de la multinacional de recursos humanos Synergie. A día de hoy, Alemania, Francia, Italia y Bélgica son los países que más mano de obra española demandan. Especialmente este último es el mejor posicionado para los españoles que quieran llevar a cabo una nueva experiencia laboral. Con una tasa de desempleo del 4,7%, se trata del país europeo que más trabajadores necesita.
Un punto a favor muy importante es que un español no requiere de un permiso de trabajo o residencia para prestar sus servicios en Bélgica, sede muchas instituciones de la UE, aunque sí tiene que poseer una Tarjeta de Residencia y el Número Nacional Belga que proporciona la Administración comunal.
Otro aspecto positivo que puede atraer a profesionales de distintos sectores, son los sueldos altos. Según el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), el salario medio es de 4.354 euros brutos mensuales (52.248 euros brutos al año). Ahora bien, este salario puede variar dependiendo del puesto y de la compañía para la que se trabaje. Por ejemplo, en el de los profesionales de las tecnologías de la información (IT) se supera los 5.000 euros, según apunta Indeed.
También existe un ingreso mínimo mensual garantizado fijado que asciende a 1.954,99 euros al mes en 2023 para jornadas de 38 horas semanales y trabajadores mayores de 18 años. Con estos datos en la mano, y trabajando a jornada completa, el salario en Bélgica suele rondar los 2.000 euros como mínimo. Indirectamente, el coste de vida también será más alto, sobre todo en grandes ciudades como Bruselas.
Dependiendo también de donde se resida, habrá que aprender un idioma u otro. En la región flamenca se habla neerlandés, en la región de Valonia francés y en Bruselas se hablan ambos. En una pequeña comunidad situada al este, también se habla alemán. En cualquier caso, es un país donde el inglés está muy aceptado.
Cubiertas esas condiciones, lo siguiente es empezar a buscar trabajo. Es necesario estar inscrito como demandante de empleo en una de las tres oficinas de empleo existentes en el país: FOREM, en la región de Valonia; ACTIRIS, en la región de Bruselas-Capital; y VDAB, en la región de Flandes.
Como también ocurre en España, la búsqueda de trabajo se puede hacer a través de Internet en los portales instaurados para ello como Randstad, Monster, Jobat o References. Además, El SEPE también publica ofertas de empleo por países en el portal especializado EURES.