El único inconveniente de las vacaciones es que terminan y, después de disfrutar de las olas, el descanso, las películas, las siestas y las fiestas, madrugar para volver al trabajo se convierte en una tarea más difícil que de costumbre.
La vuelta de las vacaciones supone para muchas personas una batalla emocional que termina afectando a su productividad y, sobre todo, a su estado de ánimo. De hecho, cerca del 40% de los trabajadores sufren lo que comúnmente se conoce como estrés postvacacional, un síndrome cuyos síntomas se asemejan mucho a los de una depresión: irritabilidad, desánimo, apatía, etc.
“En la mayor parte de los trabajadores, no hablaría de síndrome postvacacional", afirma Alberto Gutiérrez, consultor de selección de la compañía de RRHH Nexian, "pero sí es cierto que más de un 60% de la población experimenta cuadros de fatiga o estrés derivados de una incorrecta vuelta a la rutina”.
Para evitarlo, a continuación numeramos algunos consejos para superarlo y volver con una sonrisa de oreja a oreja.
Date el tiempo y el espacio necesarios para planificar y establecer nuevos objetivos. Las vacaciones sirven para replantearnos un poco en qué punto nos encontramos y qué queremos conseguir durante el próximo año. Hacer una autorreflexión nos ayudará a coger la vuelta con ganas y a saber por dónde empezar. El día anterior al retorno, te recomendamos dedicar un tiempo a planificar, crear un plan de acción para lograr metas profesionales y reorientar tu carrera, así podrás volver al trabajo inspirado.
Vas a volver a la oficina y tendrás muchos correos electrónicos sin leer esperándote, pero no todos requerirán tu atención. Resiste el impulso de contestar a todos los correos. Primero responde a los más importantes y, después, contesta el resto. Empieza por los correos enviados justo después de irte de vacaciones y termina con los más recientes. De este modo, podrás hacer un seguimiento de las respuestas o actualizaciones de temas o asuntos que puedan haberse resuelto durante el tiempo que estuviste fuera.
Después de unas vacaciones, es difícil recordar en qué estabas trabajando o qué tareas había que hacer en la vuelta a la rutina. En lugar de coger la primera tarea que se te presente, siéntate durante 10 o 15 minutos y haz una lista de lo que necesitas hacer. Identifícalas y pide ayuda a tus compañeros de equipo o a tu jefe si fuera necesario.
Una lista te ayudará a priorizar y será una buena forma de combatir el agobio: no te preocuparás por haberte olvidado de algo vital y podrás centrarte en completar una tarea y pasar a la siguiente. Además, puede organizar tus pensamientos y hacerte sentir más preparado cuando vayas a trabajar.
Has vuelto al trabajo, pero eso no significa que no puedas disfrutar o darte un buen capricho. Programar una o dos citas para comer con amigos puede hacer que la semana de vuelta parezca menos dura. Cómprate tu bebida preferida durante la pausa, descárgate un nuevo podcast o compra un libro para hacer que tu viaje al trabajo sea un poco más ameno e interesante.
Es normal tener depresión postvacacional, ya que has disfrutado de un largo período sin preocupaciones. Son muchas las personas que, el día siguiente de regresar a casa o acudir al trabajo, se sienten tristes y se juzgan por ello. No hagas lo mismo, recuerda ser amable contigo; si te sientes decaído después de volver de viaje, se te pasará en unos pocos días. Todo en la vida es temporal.
Los días previos a la vuelta, intenta poner tu mente en modo positivo. En lugar de centrarte en lo negativo, como tu bandeja de entrada llena o una reunión con un cliente que te intimida, piensa en los elementos de tu puesto de trabajo que te gustan. Ya sea trabajando en un proyecto concreto, pasando tiempo con un compañero o incluso visitando tu cafetería favorita durante la hora de la comida, centra tu mente en las cosas que te hacen ilusión de volver al trabajo.
¿Sueles quedarte en el trabajo hasta tarde después de volver de las vacaciones? El hecho de que hayas vuelto a la rutina no significa que tengas que echar más horas en el trabajo. No te hagas el héroe. Procura salir de la oficina a tiempo. Pon un temporizador o un recordatorio, si es necesario, para ayudarte a salir por la puerta.
Se ha demostrado que hacer deporte regularmente contribuye a combatir el estrés, además de ser beneficioso para la salud. Además, te ayudará a romper con la monotonía del trabajo y ganarás en energía y salud. No cabe duda, el deporte es uno de tus mejores aliados para superar la depresión postvacacional.
Si estás sumido en una depresión posvacacional, una de las mejores maneras de salir de ese estado de ánimo es planificar las siguientes. Es normal volver inspirado por lo que has visto y experimentado, así que es normal empezar a soñar con el siguiente destino.
El trabajo es una forma de realizarse como persona, de sentirse útil para la sociedad y un proceso de aprendizaje constante. Si lo miras de esta manera dejarás de ver la vuelta al trabajo como una obligación. Tienes que pensar que no todo en la vida es trabajar. No eres un esclavo del trabajo, trabajas para vivir y, por supuesto, para poder pagarte las vacaciones que acabas de disfrutar y disfrutarás.