¿Estás cansado de que tu salario lleve años congelado mientras que los precios de cualquier cosa no han dejado de subir en el mismo periodo de tiempo? ¿Tienes la sensación de que en tu empresa no valoran el esfuerzo diario que haces y las horas extra que echas? Si estás convencido de que lo que ganas no es proporcional a lo que aportas quizás haya llegado el momento de pedir el aumento de sueldo que te mereces. Y aunque sabes que lo que planteas es una reivindicación justa, enfrentarse a esta situación no deja de ser un tanto estresante que puede generar ciertos nervios. Por eso la empresa de reclutamiento Michael Page nos ofrece seis claves para abordar esta negociación con garantías de éxito.
Es importante estar al día de las tendencias del mercado laboral para saber qué condiciones salariales puedes pedir. Compara los sueldos de profesionales en áreas o posiciones semejantes a la tuya para construir un argumento sólido a la hora de reclamar un aumento. Generalmente, los perfiles estratégicos (Operaciones, Marketing, Finanzas o Ventas) o las posiciones con alta demanda, como los técnicos e ingenieros, son los que tienen más posibilidades de conseguir este aumento de sueldo.
Es importante que trates el asunto en un ambiente adecuado. No puedes abordarlo en el pasillo, ni comentarlo aprovechando una reunión para otro asunto o un descanso. Un contexto distendido le restaría seriedad al tema en cuestión, por lo que debes medir muy bien cuándo plantearlo. Investiga los procedimientos internos de tu empresa y pide una cita formal con tu responsable para desarrollar esta conversación.
Es importante que tengas en cuenta el contexto financiero en el que se encuentra la empresa, así como la situación económica del país, para negociar tus condiciones con fundamento. Tus aspiraciones deben ser coherentes con los resultados y la situación de la empresa, lo cual no implica que no puedas pedir una mejora. En este sentido, si percibes que no es apropiado reclamar un aumento salarial, puedes presentar alternativas, como compensaciones en especie o bonus especiales.
Es fundamental que sepas dar respuesta a la siguiente pregunta: ¿por qué crees que mereces un aumento de sueldo? Recopila todos los éxitos, objetivos cumplidos y razones que hayas acumulado para que te sirvan no solo como argumento sino como testimonio de la dedicación y el trabajo duro que has invertido. El equilibrio en la presentación de tus logros también es clave. Evita la modestia extrema, pero tampoco caigas en la exageración si quieres resultar creíble. También es positivo que trates el tema de manera constructiva y hagas alusión a la satisfacción personal que ha supuesto para ti alcanzar todas esas metas.
Pedir un aumento salarial es una cuestión personal que debe medirse en base a tus propios resultados laborales. Por eso debes evitar hablar de la situación de otros compañeros, sobre todo, teniendo en cuenta que esos son datos confidenciales. Sí puedes investigar estudios de mercado sobre remuneraciones para cargos similares al tuyo y aportarlos para dar más consistencia a tu discurso, demostrando que tu petición es coherente y razonable.
Aparte del salario básico y las bonificaciones, hay otro tipo de mejoras extra sustanciales que pueden enriquecer significativamente tu paquete salarial. Y no hablamos sólo de sumas económicas, sino de aportar valor a tu bienestar laboral y personal. Por ejemplo, la retribución flexible, que va desde los tickets restaurante hasta el acceso a formación especializada o servicios de guardería. Los seguros de vida o el coche de empresa también pueden suponer un valioso añadido. Y tampoco hay que menospreciar beneficios relacionados con la salud como frutas o bebidas gratuitas, descuentos parciales en gimnasios, una mayor conciliación o la posibilidad de teletrabajar.