A lo largo de nuestra vida laboral no es de extrañar que nos encontremos con algún jefe narcisista, fáciles de identificar pues son los que se enfocan en ellos mismos y esperan que los demás les admiren continuamente. Muchos son los que dicen que 'la gente no deja su trabajo, deja a su jefe' y esto pasa cada vez más si hablamos de un jefe narcisista.
Un jefe narcisista puede parecer encantador de primeras pero la realidad dista muy lejos de su apariencia, pues son personas manipuladoras, exigentes y despreciativos. Los expertos en la materia hablan de siete tipos de jefes narcisistas: el charlatán, el hiperactivo, el tirano, el constructor de impresiones, el financiero, el perfeccionista y el atleta.
Aunque tienen sus diferencias, comparten una serie de patrones de comportamiento similares, pues siempre quieren ser el centro de atención y recibir elogios llegando incluso a manipular a sus trabajadores y compañeros con el fin de lograr sus objetivos. Como empleado hay que estar alerta a algunas de las señales que este tipo de jefes van dejando en su día a día para prevenir la toxicidad laboral en la medida de lo posible.
¿Cómo es un jefe narcisista?
A los jefes narcisistas se les suele ver el plumero pronto, no obstante, las situaciones de alta presión y estrés suelen sacar la peor casa de los narcisistas patológicos. Estas son alguna de las señales:
Insensible hacia los empleados. Muestra indiferencia hacia sus empleados por sus sentimientos o situaciones personales.
Explota a sus trabajadores. Suelen delegar parte de su trabajo en sus empleados, incluso para recados personales.
Alardea de estatus y contactos. A la mínima dejan claro de dónde vienen, donde han estudiado y los contacto que tiene en su agenda personal. Quieren parecer siempre importantes.
Les encanta ser el centro de atención. Les encanta ser el centro de atención y lo hacen dominando reuniones, presentaciones, conferencias telefónicas y discusiones por correo electrónico. Llegan incluso a menospreciar a gente de su equipo.
Nunca elogian. Nunca reconocerán el gran logro de uno de sus trabajadores, y si por algún casual lo hacer será porque tiene algún beneficio propio.
Se atribuyen ideas que no son suyas. Les gusta robar las ideas y el trabajo duro de sus empleados o gran parte de ellas.
No siguen las normas ni la ética. Creen que tienen derechos exclusivos y son "especiales", y por lo tanto están más allá de las normas y toda ética social.
Culpan a otros de sus fracasos. Son muy adversos a las críticas y nunca reconocen un error, es más suelen culpar a sus trabajadores de ello.
No trata a la gente como iguales. Carecen de la empatía y la humanidad para tratar a las personas simplemente como seres humanos equitativos. En todas sus comunicaciones entra el juego de que él es superior.
Emociones negativas y tóxicas. Los narcisistas suelen juzgar, criticar y ridiculizar rápidamente. Les gusta sentirse poderosos y hacer sentir inseguro a sus trabajadores.
Para un trabajador lidiar con un jefe narcisista no es fáciluppers.es
Es importante tener en cuenta que no todos los malos jefes tienen necesariamente un trastorno narcisista de la personalidad. Niamh O'Keeffe, asesora en liderazgo y autora de Get Promoted, asegura en Business Insider que se pueden hacer varias cosas para lidiar con una jefe de estas características.
Valorar si merece la pena quedarse en ese trabajo. Aunque pueda resultar una decisión difícil hay que pararse a pensar si estamos dispuestos a seguir en nuestro puesto o es mejor decantarse por una retirada a tiempo. En la mayoría de los casos la alta dirección no sabe el tipo de persona que tiene en su empresa.
Busca apoyo en tus compañeros. Para evitar que el ambiente laboral se transforme en un lugar hostil, es fundamental la contención emocional y el apoyo de compañeros.
Cumple tu misión en la organización. Hay que tener claro que formas parte de una empresa y tu objetivo no es contentar a tu jefe directo sino cumplir con los objetivos de la empresa. Intenta destacar tus éxitos ante otro responsable, como por ejemplo el superior de tu jefe.