El ser humano tiene aversión al riesgo por instinto. Al fin y al cabo se trata de supervivencia. Por eso la mayoría prioriza un trabajo estable y, dentro de lo posible, que sea previsible. Nos dejamos seducir por la trampa de la seguridad y tratamos de optimizar nuestra existencia para un escenario de normalidad, pero precisamente eso es lo que nos vuelve vulnerables ante cualquier desviación, anomalía o suceso impredecible, como pudo ser el 11-S o la pandemia del Covid. Lo que el el filósofo Nassim Nicholas Taleb llama 'cisne negro'.
Igual que cuando levantamos pesas en el gimnasio al principio se destruyen ciertas fibras para que después el músculo crezca más grande y fuerte, en nuestra vida laboral deberíamos estar preparados para enfrentarnos a eventos extremos o grandes shocks. Si dependemos de un único empleador, si tenemos una única habilidad, si vivimos evitando el cambio y nos aferramos a métodos obsoletos, no estaremos preparados para el advenimiento de un 'cisne negro'. En sus libros 'El cisne negro' y 'Antifrágil', Taleb sostiene que hay sistemas que no solo resisten al caos sino que mejoran con él. Y sugiere que algo de caos puede ser beneficioso para fortalecer nuestra carrera profesional.
Paradójicamente, alcanzar la seguridad profesional sería consecuencia de abrazar cierta inseguridad controlada. No se trata de lanzarse al caos más imprudente, sino de aplicar una valentía estratégica. Es decir, prepararse para la incertidumbre y sacar un beneficio de ella. En ese sentido, Taleb propone tres puntos:
Básicamente la idea es no poner todos los huevos en la misma cesta. Aprender habilidades transferibles (gestión de proyectos, manejar equipos, analizar datos) aquellas que funcionan bien en cualquier sector, como si fueran un seguro de vida profesional. Cultivar proyectos paralelos, que tengan un coste de entrada muy bajo y puedan convertirse en activos valiosos. Invertir en distintos tipos de activos, que nuestros ingresos no provengan de una sola fuente, por si un día esa fuente se seca. Ojo, no confundas dispersión con crear una red de seguridad flexible.
El crecimiento es posible bajo un estrés positivo. Acepta proyectos que te mantengan en tensión, mantente al día con nuevas herramientas. No dominar algo no es algo de lo que avergonzarse, sino una oportunidad para adquirir una nueva habilidad.
Lo malo de estar en una situación cómoda es que puede acomodarnos. Lo mejor es estar preparado para ese momento en el que la comodidad desaparezca. Conviene cultivar relaciones profesionales más allá de nuestro entorno más cercano, mantenerse al día en nuestro campo de acción laboral y guardar un colchón de seguridad.