Pongámonos en situación. Llevas ya un buen puñado de años en tu empresa, dando lo mejor de ti. Los compañeros te consideran una pieza fundamental del equipo y no has dejado de mostrarte proactivo y motivado durante todo este tiempo. Sin embargo, y a pesar de tus esfuerzos, tu sueldo sigue siendo prácticamente el mismo que cuando empezaste. ¿Qué hacer?
Pedir que nos suban el sueldo es una de las cosas más complicadas a las que podemos llegar a enfrentarnos en nuestro puesto de trabajo, pero también un paso que debemos dar si no estamos satisfechos con los ingresos que percibimos por nuestros esfuerzos. Y es que, seamos sinceros, nadie nos va a dar más dinero si no peleamos por ello.
A la hora de solicitar un aumento, sin embargo, es importante que actuemos en el momento adecuado. De nada sirve que nos plantemos delante de nuestro jefe si la empresa está en números rojos o acaba de hacer una inversión importante, porque, por mucho que nos merezcamos este incremento, no nos lo darán. Lo que hay que hacer, en cambio, es aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Por ejemplo, si te han ascendido, has conseguido terminar un proyecto importante con éxito o han aumentado tus responsabilidades, puedes aprovechar para pedir que revisen tu salario. Lo mismo ocurre si has recibido la oferta de otra empresa o si tu jefe está gratamente sorprendido con tu trabajo: en ambos casos, es bastante probable que escuchen tus propuestas.
Elegir el momento adecuado es fundamental para conseguir nuestro ansiado aumento, pero las formas con las que lo solicitamos también juegan un papel muy importante. En este sentido, hace unos meses NBC News, la división de noticias de la cadena estadounidense NBC, publicó una serie de consejos que nos pueden ayudar a conseguir este incremento.
El objetivo es sencillo: saber justificar los motivos por los que merecemos que nos paguen más por nuestro trabajo. Para ello, la cadena recomienda que, antes de nada, hagamos un estudio del mercado en el que nos encontramos para averiguar cuáles son los sueldos que suelen ofrecerse y hasta cuánto podemos pedir. Plataformas de empleo como Linkedin, Infojobs o Indeed, en las que las compañías suelen publicar los salarios que ofrecen por un puesto de trabajo, podrán ayudarnos en nuestra búsqueda, así como portales especializados como Glassdor, en el que los trabajadores, de forma anónima, publican cuánto ganan. Otra opción es contactar con amigos y conocidos que trabajen en nuestro mismo sector: así podremos conocer cifras exactas y completamente fiables.
Además de tantear el mercado, a la hora de pedir un aumento es importante que sepamos cuál es la situación de nuestra empresa. O lo que es lo mismo: que averigüemos si están en posición de pagarnos más o si, por el contrario, se encuentran en un momento delicado.
Para salir de dudas, lo más recomendable es que hablemos con nuestros propios compañeros, a los que, de paso, también podemos preguntarles en qué franja salarial se mueven y si han recibido recientemente alguna clase de aumento.
Una vez hayas hecho tus investigaciones y te hayas asegurado de que la empresa atraviesa un buen momento, llega la hora de pedir el aumento. Para enfrentarnos a esta reunión y salir victoriosos, es importante que sepas justificar por qué te mereces este aumento y para ello deberás mostrar pruebas de todos los logros que has ido consiguiendo.
En este sentido, también es recomendable que aportes datos sobre el mercado, las ofertas que hacen y en qué se diferencian de la tuya. El aumento que podrás conseguir dependerá, en buena medida, de estos datos, pero aun así es importante que tengas en cuenta que no puedes ir a una reunión esperando conseguir un aumento de más del 50% de tu sueldo, ya que la mayoría de las empresas no estarán dispuestas a dartelo. En su lugar, apuesta por objetivos más realistas, como un 10% o un 15%.
Durante esta negociación, también puedes utilizar las ofertas que hayas recibido de la competencia para intentar conseguir que mejoren las condiciones que te ofrecen, pero, eso sí, solo si estás dispuesto a marcharte de verdad, ya que puede darse el caso de que tus jefes te inviten a irte. Además, si crees que no vas a poder conseguir que aumenten tu salario en términos económicos, siempre puedes buscar otros beneficios, como más días de vacaciones, mejores opciones de teletrabajo o un horario más flexible. El dinero es lo más importante en un puesto de trabajo, pero a veces no queda otra que conformarnos.