El Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) es un impuesto que grava la renta que han obtenido las personas a lo largo del año. Se trata de un tributo personal, directo y progresivo que funciona por tramos, es decir, aumenta en función de los ingresos: cuanto más se gana, más se paga, y viceversa.
En este 2022, los tramos del IRPF han introducido una importante novedad que afecta a los patrimonios más altos y que obligará a 36.000 contribuyentes, un 0,17% del total, a pagar más. De este modo, las rentas que superen los 300.000 euros experimentarán una subida de dos puntos porcentuales, hasta el 47%, mientras en las rentas de capital y ahorro superiores a 200.000 euros se aplicará una subida de tres puntos, hasta el 26%.
Con esta medida, con la que el Gobierno prevé aumentar en un 6,7% la recaudación por este tipo de impuesto, se añade un nuevo tramo al sistema de cotización del IRPF, que quedará dividido de la siguiente manera:
La liquidación anual del IRPF se realiza con la Declaración de la Renta, es decir, entre los meses de abril y junio del ejercicio siguiente. Sin embargo, a lo largo de todo el año fiscal, las empresas están obligadas a abonar el IRPF a sus trabajadores mediante las deducciones y retenciones en su nómina.
Este cálculo se realiza teniendo en cuenta tanto el sueldo como las circunstancias familiares y personales del trabajador, y se hace con la idea de que el contribuyente no tenga que pagarle a Hacienda cuando haga la Declaración de la Renta. No obstante, puede darse el caso de que las retenciones no sean lo suficientemente altas y que nos encontremos con que el resultado de nuestra declaración nos salga a pagar.
En estas situaciones, el trabajador tiene la posibilidad de pedirle a la empresa que le suba las retenciones para no pagar a la hora de hacer la Declaración. Pero ¿qué ocurre al contrario? ¿Podría un empleado pedirle a la empresa que le rebaje las retenciones para cobrar un sueldo neto más alto?
La respuesta es que no, salvo excepciones. Como las empresas se limitan a aplicar las retenciones que fija la ley, el IRPF de los trabajadores solo se puede reducir en tres excepciones muy concretas. Estas son:
En caso de que un trabajador quiera aumentar las retenciones del IRPF, deberá presentar una solicitud por escrito a su empresa. Si se encuentra en uno de los tres supuestos anteriores, en cambio, y quiere reducir este porcentaje, deberá comunicarlo a través del Modelo 145 de comunicación de datos al pagador sobre retenciones sobre rendimientos del trabajo a su compañía para que puedan calcular de nuevo el porcentaje de retención que se le debería aplicar.