La vuelta al trabajo después de un periodo vacacional siempre es una experiencia más agria que dulce. Cierto es que los hay que, tras un tiempo apartados de su vida normal, están deseando volver a la rutina para poner orden en sus vidas. Pero a muchos otros, después de saborear las mieles del tiempo libre, les cuesta darse de bruces contra la realidad. Y en el contexto pandémico en el que nos encontramos, el retorno a la vida 'normal' puede convertirse en una pesadilla de geles, mascarillas, teletrabajo y medidas que hacen aún más difícil arrancar motores de nuevo.
En un contexto como este, en el que las consultas psicológicas relacionadas con los temas laborales han aumentado un 20% desde marzo, según apunta la plataforma médica Top Doctors, es necesario favorecer una vuelta al trabajo lo menos lesiva posible en el aspecto mental. Además, los expertos de la plataforma médica alertan de un aumento de bajas laborales por estrés a partir de septiembre, influenciado por la incertidumbre que genera el coronavirus. Por ello, te traemos una serie de consejos a tener en cuenta para hacer que la vuelta al trabajo sea lo más sencilla posible, de la mano de la doctora Elena de Iracheta Ruiz.
Según de Iracheta, la vuelta a la vida 'real' se ha de ver como algo positivo. Volver de vacaciones significa vivir como antes de que empezara la pandemia, según afirma la doctora. Las reacciones psicológicas malas ante cambios o posibles cambios hacen imposible que ver el lado positivo de la vuelta, como puede ser las oportunidades que ofrece este nuevo reto o las nuevas formas de afrontar la realidad, tanto en el ámbito personal como en el profesional
Estos dos pilares del bienestar humano son, en palabras de los profesionales, la mejor forma de combatir el estrés postvacacional. Hidratarse bien y a diario, dejar tiempo para nuestras aficiones, estar en contacto directo con la familia, allegados y amigos también son fórmulas a tener en cuenta para reducir el impacto de la vuelta a la vida laboral. Todo ello, por supuesto, teniendo en cuenta las medidas de prevención impuestas por el Ministerio de Sanidad en el contexto de la pandemia por la Covid-19.
Muchas veces no nos tomamos en serio el alcance que puede tener el estrés postvacacional y tendemos a minimizar su impacto en nuestro estado de ánimo. Sin embargo, los expertos recomiendan que el nivel de estrés no debe subir a niveles altos que requieran tratamiento farmacológico. Es por ello que, si pasados 15 días los síntomas continúan siendo palpables (falta de motivación, concentración, fatiga y cansancio, falta de apetito o nerviosismo constante), es importante acudir a un experto.
Tomarse poco a poco la vuelta a la actividad es esencial para no caer en los cuadros que hemos definido anteriormente. Descansar entre la jornada cada dos horas, compartir opiniones y conversaciones con los compañeros, hablar, estirar las piernas o mirar hacia el horizonte para descansar la vista, son pequeños trucos a tener en cuenta en esta precipitada vuelta a la 'nueva normalidad'. Además, también se recomienda un pequeño apagón tecnológico al final de la jornada, sobre todo en aquellas personas que se pasan el día delante del ordenador.
Uno de los nuevos causantes del estrés puede ser el miedo a contagiarse del virus, especialmente cuando compartimos casa con personas mayores. Por ello, los profesionales expresan la importancia de cumplir a rajatabla todas las medidas preventivas contra el coronavirus: el lavado de manos constante, la desinfección de la superficie de trabajo, mantener la distancia de seguridad o tener siempre la mascarilla puesta puede aliviar este peso adicional.