Ferran Adrià dice que la innovación requiere tiempo, esfuerzo y conocimiento. Sin conocimiento, puede ser solo una ocurrencia. Por eso, la madurez es una buena base para incubar esas nuevas ideas. El cocinero, reconocido mundialmente y creador de elBulli, es ahora el protagonista del nuevo libro de Marcel Planellas, 'El libro rojo de la innovación' (Penguin, 2021), en el que se disecciona, paso a paso, el método que llevó a elBulli a ser el restaurante más importante del planeta.
Planellas, profesor de ESADE Business School es, además, un apasionado de la educación y de acompañar a las personas en la mejora de la gestión de las organizaciones. Por eso, cuando en ExpoManagement, en 2005, conoció a Ferran Adrià, surgió la chispa de documentar todo lo que estaba haciendo en el ámbito de la innovación para que perdurara en los tiempos. "Establecimos un plan de reuniones quincenales donde me fue contando el método de elBulli, y eso quedó plasmado en un caso de estudio publicado en Harvard", nos cuenta Planellas.
La idea que envuelve todo, nos dice, es conocer bien "cómo un pequeño restaurante en una pequeña cala de la Costa Brava revolucionó todo un sector como el gastronómico, con un sistema innovador preciso, perfectamente organizado y sin dejar nada al azar". Pero allí no hubo únicamente éxito y alabanzas. El trabajo en fogones y, sobre todo, fuera de ellos, fue duro.
"En elBulli se pasaron 14 años luchando por llegar a fin de mes y luego dieron el salto", nos dice. "Allí había un líder que estaba seis meses con el equipo creativo y luego en las cocinas. Además tenía una autoexigencia de innovar, de conocimiento. Si el líder no ve esta necesidad es difícil que la organización innove. Pero para que un equipo sea creativo hay que darle libertad, recursos y saber cómo incentivarlo. Hay líderes que solo ven el corto plazo y que matan la creatividad, directamente", nos cuenta Planellas.
Para Planellas, el asunto está claro: "En España tenemos muchas ideas pero falta convertirlas en innovación. Las empresas que dicen que no tienen tiempo para innovar se juegan la supervivencia. Seguramente habrá otras que incorporarán algo nuevo que hará que las superen. Explotando los negocios actuales es más fácil obtener resultados, e innovar tiene más riesgos, pero a largo plazo es lo que te va a asegurar la supervivencia".
Mirar más a medio plazo, dejar un poco de lado el corto plazo y, sobre todo, contar con los trabajadores para que puedan aportar sus ideas de mejora al negocio, de innovación, de visión sobre la empresa, que también las tienen aunque sus superiores, en la mayoría de las ocasiones, decidan ignorarlos o, simplemente, no meterlos en la ecuación. A todos, tengan la edad que tengan. "La persona de 50 tendrá que trabajar la capacidad de empezar nuevos proyectos, aunque ya tenga la experiencia. Puede ser una edad fantástica para iniciar nuevos proyectos, crear conexiones...", narra Planellas.
Lo importante es que la alta dirección de la compañía le dedique tiempo y recursos a la innovación. "Hay que ver qué es innovar, puede ser una mejora en el producto, en el modelo de negocio o a pensar en nuevas líneas de investigación. Lo importante es que la innovación es necesaria para el futuro de la empresa. Y no cae del cielo, se puede gestionar", concluye el experto.