"Pirata. Navego sin bandera. No pretendo convencerte de nada, acaso hacerte dudar de lo que crees". Es el texto con el que Marcos de Quinto, ejecutivo especialista en marketing, vicepresidente de Coca-Cola entre 2015 y 2017 y diputado por Ciudadanos entre 2019 y 2020, da la bienvenida en Twitter a los usuarios de esta red social. De Quinto ha participado en la sesión sobre convivencia intergeneracional organizado por la plataforma 60 y Mucho Más con un discurso de empoderamiento senior libre de tópicos y prejuicios que anima a seguir aprendiendo y emprendiendo a cualquier edad.
De Quinto admite ser "profundamente liberal" y no se declara partidario de la intervención del estado o la elaboración de políticas concretas contra el edadismo. "He trabajado en distintos países y conozco las necesidades de las empresas. Las empresas necesitan talento, me da igual si viene de un andaluz, de un gallego, de un asiático, de un europeo, de una mujer, de un hombre o de una orientación sexual. Y, por supuesto, independientemente de la edad", explica antes de declararse "en contra de cualquier corporativismo".
Para el empresario, uno de los problemas más importantes al que se enfrenta España es el desempleo entre los jóvenes, no entre los senior. "Puede que haya personas que se han enfrentado a una prejubilación y quieran incorporarse al mercado laboral y les resulte difícil. Pero el problema real es el de la gente joven. Entre los jóvenes hay un 40% de desempleo, frente al 14% de los mayores. Además de mayor desempleo, también son los que sufren mayor brecha salarial", afirma. Se trata, en su opinión, de una realidad que tiene implicaciones para los mayores: "para asegurar el futuro de los mayores de 60, hay que preocuparse del futuro de los jóvenes, que son los que aportan para las pensiones".
La edad de jubilación es un asunto que genera polémica, no ya entre los agentes sociales, sino entre el propio gobierno. Pero Marcos de Quinto tiene asumido que las condiciones actuales de jubilación tienen que cambiar. "Hay que extender la edad de jubilación a los 67 años. No sé cuándo ocurrirá, pero no hay otra opción. Si no, el sistema no es sostenible". Con una mayor esperanza de vida y unas condiciones profesionales flexibles, del teletrabajo a la jornada parcial, los expertos aseguran que podremos adaptarnos sin problemas al nuevo cómputo laboral.
"Si la gente es valiosa, trabajará independientemente de su edad". Así de contundente se muestra de Quinto sobre el edadismo en la empresa. En su opinión, es el talento y no la edad lo que debe determinar las contrataciones. "Se puede ser estúpido a cualquier edad, ya se tenga una cultura analógica o digital", asegura. Y si se tiene talento pero no nos quieren en la empresa, ¿qué podemos hacer? "Podemos emprender. Se puede emprender a partir de los 60, nadie lo impide". Entre los ejemplos de emprendedores de éxito mayores de 60, Reid Hoffman, creador de LinkedIn, o John Pemberton, fundador a los 55 años de Coca-Cola, la compañía en la que de Quinto ha estado gran parte de su vida profesional.
Según el empresario, la legislación vigente no está pensando tanto en retener el talento como en los criterios económicos, sobre todo cuando en medio está la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE). "En una reestructuración de plantilla tiene que haber unas condiciones de prejubilación a las que pueden acogerse personas muy valiosas para la compañía. Pasó, por ejemplo, con el ERE de RTVE: se marcharon talentos mayores de 45 años. Si la legislación es muy rígida, se puede perder a los mejores", afirma.
En vez de preguntarse qué acciones o políticas pueden poner en valor a los senior, para de Quinto la cuestión es exactamente al revés. "Los mayores tienen que preguntarse qué pueden hacer por la sociedad. Cuando vivía en Alemania, era difícil encontrar ayuda para cuidar a los niños, pero funcionaba un servicio llamado 'abuelos prestados'. Se trataba de personas mayores que recogían a los niños del colegio, estaban con ellos en su casa, les daban de merendar y después les llevaban con sus padres. Los mayores, directamente, pueden ayudar a la sociedad", asegura
Para de Quinto, la sociedad a veces incurre en la "sacralización de la experiencia". "Puede llegar a ser una rémora. Lo que hay que mantener es la capacidad de aprendizaje, más fácil de encontrar entre los jóvenes que no entre la gente con ideas preconcebidas o con sentimiento de superioridad". Si la experiencia puede jugar en contra de los senior, ¿cómo podemos evitarlo? "Para reengancharnos al mercado laboral hay que conservar la capacidad de aprendizaje. La gente piensa que ya lo sabe todo. Y no. Yo tengo más de 60 años y sigo aprendiendo".
Como último consejo, recomienda ser muy consciente de lo que se vota: "hay partidos que generan paro y una economía de subsidios, y partidos que generan riqueza", señala el empresario, a quien su breve paso por la política parece haber dejado impronta.