En Semana Santa los más organizados ya guardaron la ropa abrigada y colocaron en las zonas accesibles del armario las camisetas y los vestidos ligeros. Otros son más afortunados y cuentan con espacio suficiente como para tener a mano las prendas de cualquier temporada. A lo que todos se enfrentan es a las polillas, que llegan sigilosas y montan su propio campamento en la balda más alta o al fondo de un cajón que abrimos poco. Desde Uppers vamos a explicar cómo saber si tienes polillas en tu armario.
Te das cuenta cuando desdoblas tu jersey maravilloso para las noches más frescas del verano y compruebas la existencia de ciertos pequeños agujeros. Tras comprobar que esos agujeros no han sido provocados al engancharse en la lavadora o en el tendedero lo más posible es que entre tu ropa vivan varias familias de polillas.
Estas polillas de la ropa se alimentan de fibras orgánicas como la lana, la piel, la seda o el cachemir. Son insectos voladores de colores marrones y claros parecidos a las mariposas, aunque mucho más feas, y que les gusta la oscuridad y la humedad. Tienden a esconderse y odian que se las moleste. El problema es que crean su propio saco en las zonas más oscuras y menos accesibles de los armarios para anidar y poner sus huevos que oscilan entre 30 y 200 cada una.
Tras los hueves nacen sus larvas que necesitan la proteína de las fibras naturales para crecer, así que se alimentan de los textiles húmedos y de desechos orgánicos como la queratina. De este modo, aprovechan para alimentarse cuando se guarda en el armario una prenda de ropa que no está seca completamente o que no se ha lavado y tiene manchas de sudor, restos, comida… A veces evitamos lavar demasiado ciertas cosas que apreciamos y que son de tejidos naturales como el cachemir para no estropearlas y nos estamos arriesgando a que sean agujereadas por una larva de polilla.
Una vez confirmamos que hay polillas o larvas en el armario, la única forma de acabar con ellas es llevar a cabo el siguiente proceso:
Ante la posibilidad de que vuelvan a llegar polillas al armario no queda más remedio que limpiarlo por dentro una vez al mes y mantener el cuarto sin polvo y suciedad. En este caso es muy útil el aspirador. Además conviene colocar recipientes con productos que absorben la humedad en alguna balda sobre todo si vivimos cerca de la playa, de un río, en la ladera de una montaña… Se reduce el nivel de humedad que tanto gusta a las polillas. También conviene meter en las cajas, en los cajones y en los rincones menos accesibles bolsitas de lavanda porque su fragancia les repele al igual que la de otras hiervas naturales como el romero, el clavo, el tomillo o el laurel.