Cambio de armario nivel profesional: los errores que no debes cometer

  • No planificar, no limpiar y dejar la tarea a medias son los más habituales

  • La media de tiempo para hacer un cambio de armario es de tres horas, a veces cuatro si hay muchos accesorios

  • Se puede ordenar por gamas de colores, por tipos de prendas o por conjuntos, pero lo más práctico es que cada persona piense su sistema de almacenaje

Ya no hay vuelta atrás: toca cambiar el bañador por la gabardina. Octubre es la temporada alta del cambio de armario y a muchos se les viene el mundo encima ante un panorama de perchas y ropa descontrolada. Con este listado de errores en los que no debes caer, la tarea de este año será mucho más fácil. No solo eso, sino que te va a quedar como a la mismísima Marie Kondo.

No planificar

O no encontramos el momento o lo hacemos sin planificar. Así comienza la ristra de errores que puede hacer del cambio de armario tarea non-grata. Hay que ser realista con el tiempo de que disponemos y pensar qué necesitamos hacer realmente. Si hay compromisos de cualquier tipo, es mejor no empezar la tarea. La media de tiempo para hacer un cambio de armario es de dos a tres horas, a veces cuatro si hay mucha ropa y accesorios. La tarea de planificar incluye pensar antes en lo que necesitaremos para guardar la ropa de verano. También es conveniente echar un vistazo antes del día D para saber si necesitamos reponer perchas, fundas, cajas, bolsas anti-polillas

No limpiar

Cuando pensamos en cambio de armario, parece que se trata de trasladar la ropa de una parte a otra del armario. El cambio nivel profesional también incluye la limpieza del propio armario. En el polvo se acumulan distintos gérmenes que estropean los textiles y pueden ser malos para la salud. La limpieza del armario se hace de arriba a abajo, por ejemplo, con agua y vinagre de limpieza o agua y jabón neutro, y con el armario vacío, lo cual nos lleva al siguiente error.

No vaciar el armario

Ordenar una parte del armario sirve como parche, pero no es útil a largo plazo. Para hacerlo bien, primero sacamos toda la ropa, sin perchas y la clasificamos encima de la cama por tipos de prendas: pantalones, blusas, faldas, camisas, chaquetas, vestidos… Seleccionamos qué nos quedamos, qué se queda dentro del armario porque es atemporal y de qué nos vamos a desprender. En ese momento ya debemos tener la caja o la bolsa donde vayan a ir las prendas que no queremos. Estas, a su vez, pueden tener otra vida, ya sea entre nuestros conocidos o entre personas que les puede ir bien (campañas de recogida o contenedores de ropa usada, por ejemplo). Si no es aprovechable, tendrá que ir al contenedor correspondiente del punto limpio. Y cuando no lo hacemos así, vamos derechos al siguiente error.

No tirar nada

Es, probablemente, el mayor desacierto. Llevamos un pequeño Diógenes dentro de cada uno, pero tengámoslo claro: el espacio es limitado. Nuestras prendas no pueden estar 'incrustadas' unas con otras en el armario. Todo lo que no nos hayamos puesto en un par de inviernos (y es mucho) no puede seguir con nosotros.

No tener un criterio para guardar y colocar

A veces pasa que ya tienes decidido qué te quedas y empiezas a guardar las cosas de manera aleatoria, utilizando perchas y espacio sin sentido. Hay que decidir qué es más práctico para cada uno. Hay quienes ordenan el interior de su armario por gamas de colores porque facilita la tarea de entonar los looks cada mañana. Otras personas prefieren guardar por tipo de ropa; por ejemplo, todas las chaquetas, pantalones, vestidos o camisas, juntos. Otros deciden reunir los outfits es una misma percha, siempre que sea posible: la chaqueta que va con determinados pantalones o las faldas que se ponen con ciertas blusas o camisetas… Los criterios son muy personales, dependen de las necesidades de cada uno, pero es básico pensarlos y mantenerlos. Como norma general, conviene tener cerca las prendas, calzados y accesorios que más utilicemos.

No utilizar todos los espacios disponibles

Da pereza subirse a las alturas, pero los armarios suelen tener altillos y otros espacios desaprovechados. La idea es utilizar todo ese espacio llenándolo con las prendas y accesorios que menos utilicemos. Sigue siendo importante que todos esos espacios estén limpios y que lo que se suba allí esté protegido en fundas, bolsas o cajas. Es un sitio al que no se accederá con frecuencia. Tener nuestras cosas bien distribuidas en todo el espacio disponibles nos alejará del siguiente (y muy común) error.

No respetar la capacidad de los cajones

Los cajones suelen contener más prendas y complementos de los que deberían. Al cerrarlos, parece que el problema se acaba y que todo está en orden, pero lo cierto es que es un completo error: si metemos demasiadas prendas, todas apretadas, costará mucho más mantener el orden, ya que cada vez que cojamos algo, tendremos que sacarlo prácticamente todo y meterlo de nuevo de cualquier forma. La ropa se resiente (tal vez hay que replantearse también cómo la estamos guardando) y tus nervios, también.

No acabar la tarea

Si no has calibrado el tiempo y no has reservado esas tres o cuatro horas, probablemente te agobiarás y acabarás la tarea precipitadamente. En ese caso, piensa que estás haciendo algo que solo se hace un par de veces al año y que, además, facilita mucho la vida diaria. Un armario ordenado ayuda a mantener la ropa en buen estado, nos permite organizar los looks en poco tiempo y nos ayuda a gestionar mejor las compras porque nos ayuda a saber qué necesitamos realmente.

No terminar de verdad

El cambio de armario no acaba solo con retirar la ropa de una temporada y meter la nueva. Queda limpiar y ordenar todo lo que ha implicado esta mini-mudanza al margen del propio armario. Y, lo más importante, llevar lo que no queramos hasta sus nuevos dueños, al contenedor de ropa usada o al punto limpio. Guardar las bolsas de lo que no queremos en otro espacio o en el maletero del coche hasta otro momento solo crea desorden. Como en casi todas las tareas, una vez que se empieza hay que terminarla de verdad para que sea realmente eficaz.