Vender un piso no siempre es un proceso tan rápido como nos gustaría. Para agilizarlo, una de las opciones que podemos plantearnos es mejorar el estado de la vivienda. Es decir, realizar una reforma, pero con sentido común. Dado que no estaremos buscando satisfacer nuestros propios intereses en cuanto a usabilidad, comodidad y estética, se tratará más bien de mejorar de una forma neutral las características del piso para que "entre" mejor por los ojos.
En ese sentido, desde la agencia inmobiliaria Revel nos ofrecen las claves para reformar un piso y poder revalorizarlo, focalizándose en aquellos aspectos que ayuden a vender mejor el inmueble:
La llamada 'cocina americana' es una de las opciones que actualmente tienen más demanda. Este tipo de cocina abierta al salón da una amplitud visual que suele captar la atención de posibles compradores. Tirar tabiques en el salón o crear espacios más diáfanos es la tendencia actual. De esta forma, las opciones de reforma se multiplican, como, por ejemplo, colocar una isla que separe la cocina del salón y que cree un lugar para la vida diaria.
Colocar un suelo de parquet suele ser una apuesta segura para conseguir más interesados en la vivienda. Este tipo de suelo da calidez al hogar. La clave está en escoger un color neutro, que no sea demasiado oscuro ni que se acerque a la gama de los grises. Siempre es mejor optar por la tonalidad que da el color madera.
Otra de las cuestiones en las que debe centrarse una reforma es en ampliar espacios. Es decir, siempre es mejor contar con una habitación amplia, o con un comedor amplio, que con habitaciones minúsculas y poco funcionales. Es aconsejable limitar el mobiliario y los accesorios al máximo. Acabados austeros, colores claros y lisos, y la menor cantidad de detalles personales o llamativos.
La pintura de la vivienda es clave a la hora de revalorizar un piso. Es importante que el inmueble tenga todas las estancias perfectamente pintadas. Lo ideal es optar por colores neutros con el fin de que pueda gustar al máximo número de personas “grises, marrón claro para los suelos, blancos para las puertas y color piedra para las paredes”.
Para la cocina, no elegir colores y acabados demasiado llamativos (como puede ser rojo o violeta), sino más bien colores básicos. Como tonos de madera, beige, marrón claro o blanco, que puede ser tu aliado principal.
Por último, otro de los aspectos a tener en cuenta a la hora de reformar un piso con el objetivo de venderlo es cuidar cada detalle. Grifos que no funcionan, puertas que no cierran o ventanas imposibles de abrir son desperfectos que dan una muy mala impresión y que pueden espantar al posible comprador. Dan impresión de vivienda dejada y anticuada .Una revisión profunda será necesaria para detectar pequeñas fugas, disfunciones eléctricas y problemas en los acabados.