Hipoteca mixta, fija o variable: ¿qué opción me interesa más con el euríbor subiendo?
La decisión debe tomarse sobre la tolerancia al riesgo, la capacidad de pago y las condiciones de los bancos
No existe una mejor opción sobre el papel, porque es imposible saber cuál será la evolución del euríbor a largo plazo
Cómo realizar el cambio de una hipoteca variable a fija: trámites y requisitos
Cualquiera que se plantee comprar un piso en estos tiempos de euríbor al alza y amenazando con superar el 2,50% al finales de año se hace la misma pregunta: ¿qué hipoteca me interesa contratar en este momento? Fija, variable o mixta son la opciones que existen en el mercado a la hora de pedir un préstamos, cada una de ellas con ventajas y desventajas que dependen de varios factores. Cada uno debe tomar su decisión basándose, principalmente, en su tolerancia al riesgo, en su capacidad de pago y en las condiciones que le ofrezcan los bancos. Te contamos cuál es el más adecuado según sea tu perfil.
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En primer lugar, conviene repasar las características de cada tipo de hipoteca:
- Hipoteca variable. El precio del préstamo depende del índice con el que se relacione, generalmente el euríbor. La fórmula habitual consiste en aplicar un diferencial fijo al que se suma un diferencial variable, que determina ese índice. Si el diferencial variable supera el 0 por ciento, se sumarán ambos diferenciales, fijo y variable, y ese será el porcentaje que se aplique a tus cuotas. Como la previsión es que el euríbor siga subiendo, no parece ahora mismo la decisión más adecuada, porque las cuotas de la hipoteca se encarecerán mucho.
- Hipoteca fija. Se aplica el mismo diferencial durante toda la vida de la hipoteca. Como contrapartida, este diferencial suele ser más elevado que el que se ofrece en las hipotecas a tipo variable. Puedes pagar un poco más durante los primeros años pero tendrás la certeza de cuánto te costará tu préstamo desde el primer momento. Sin embargo, el banco suele marcar un plazo máximo de devolución más reducido.
- Hipoteca mixta. Combina los dos tipos de hipoteca anteriores. Existe un primer plazo a tipo fijo (por ejemplo, de 10 años) y un siguiente periodo (normalmente más largo) en el que se aplica la misma lógica que en el caso de una hipoteca variable. Es recomendable para quienes pueden permitirse un plazo de devolución reducido, ya que el diferencial aplicable durante el tramo fijo suele ser más bajo que el de una hipoteca completamente fija.
En cuanto a cómo elegir entre estos tres tipos, los analistas de HelpMyCash indican que no existe una mejor opción sobre el papel, porque es imposible saber cuál será la evolución del euríbor durante los 20 o 30 años en los que se suele devolver un préstamo hipotecario. Ahora mismo, la situación es de alza del euríbor y, por tanto, de encarecimiento de los préstamos a tipo variable.
Interés fijo, la opción más prudente a corto plazo
A corto plazo, el interés fijo se antoja como la opción más prudente: el tipo fijo medio, que se sitúa ahora entre el 2,50% y el 3%, será más bajo que el interés variable medio, de euríbor más 0,80%, si se cumplen las previsiones y este índice cierra el año en torno al 2,50%. A la larga, puedes acabar pagando más si el euríbor baja dentro de unos años, pero al menos te asegurarás estabilidad. Eso sí, hay que darse prisa para obtener un interés fijo competitivo por debajo del 3% o hasta del 2,50%, porque las entidades están encareciendo estas hipotecas e incentivando las variables (ganarán más dinero con ellas).
Decantarse por un interés variable es una opción más arriesgada, dadas las previsiones. Ahora bien, si el euríbor vuelve a bajar y se estabiliza dentro de unos pocos años, es posible que sí salga a cuenta. Según HelpMyCash, solo es aconsejable si tienes capacidad para hacer frente a un importante encarecimiento de las cuotas. Un interés variable "solo es una opción realista si puedes devolver el dinero en un plazo corto (para que no dé tiempo a que el euríbor suba mucho) y tienes un poder adquisitivo suficiente para asumir unas cuotas que vayan siendo cada vez más caras".
Interés mixto, una alternativa cada vez más popular
Frente a los inconvenientes de estas dos modalidades está ganando cierta popularidad la hipoteca mixta. Sus cuotas son estables y asequibles al principio y pasan a depender luego de las subidas y bajadas del euríbor. Según HelpMyCash, una hipoteca mixta puede ser buena opción si no quieres exponerte a las subidas más inmediatas del índice de referencia y no encuentras una oferta atractiva a tipo fijo. Es aconsejable, eso sí, que tengas capacidad para hacer amortizaciones parciales periódicamente, pues así podrás acortar su plazo y podrás estar menos tiempo expuesto al euríbor cuando su interés pase a ser variable.