Hay pocas cosas más desesperantes que tener tu casa alquilada a un inquilino que no paga. Un temor que es incluso más plausible en un contexto económico delicado como el actual. Porque rescindir un contrato de alquiler y echar al moroso puede ser un proceso largo y costoso, pese a toda la legislación que ampara al propietario. Pero siempre hay una solución para cada problema, y unas pautas que nos pueden ayudar a agilizar y optimizar el proceso.
El primer consejo es actuar de forma rápida y tajante. Cuando empiezan a sucederse los retrasos, es primordial tomar cartas en el asunto porque el tiempo juega a favor del deudor. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (artículo 27.2), una sola mensualidad adeudada ya puede considerarse un impago y, por tanto, un motivo válido para resolver el contrato de alquiler. Estos son los pasos que debes dar para echar a un inquilino moroso y recuperar tu casa, según explica Idealista.
Debes notificar al inquilino su deuda, mejor si si lo haces mediante un burofax. En el aviso sebe constar la cantidad que adeuda y el plazo que tiene para abonarla (se recomienda un mes).
Tanto si el moroso contesta al burofax, como si no, mientras no pague, podrás interponer una demanda por impago y emprender el proceso de desahucio. Siempre es aconsejable contratar los servicios de un abogado para este tipo de procesos, ya que se pueden incurrir en acciones que puedan perjudicarte como propietario.
Una vez admitida la demanda por el juez, el secretario judicial da 10 días al inquilino para pagar la deuda antes de seguir con el proceso. Para que el juzgado admita la demanda a trámite hay que aportar esta documentación:
Una vez el juzgado admita la demanda, el moroso tendrá varias opciones: pagar la deuda, desalojar la vivienda u oponerse a la demanda. En este último caso, deberá de alegar que no está de acuerdo con la deuda que mantiene o que el propietario no le reclamó esas cantidades pero, al haber enviado el burofax, no podrá enervar la situación.
Como último recurso habría que recurrir al desahucio para recuperar la vivienda, un proceso judicial que puede dilatarse mucho en el tiempo (alrededor de un año) y supone un gasto de energía y de dinero. En todos los casos se recupera la casa, pero no siempre las cantidades adeudadas, ya que la mayoría de morosos son insolventes. Cuando termina el proceso, el inquilino debe abandonar el piso, si no desaloja la vivienda, la policía podrá intervenir.
Hay una serie de acciones en las que no debes incurrir para sacar a un arrendatario que no paga: