En España lo de "mañana Dios dirá" está a la orden del día. Según una reciente encuesta de la OCU, el 60% de los españoles no tenemos ni idea de la pensión que recibiremos al jubilarnos, aunque el 50% creamos que la pensión será nuestra única fuente de ingresos. Hoy el 37% de los españoles de 55 para arriba describe la situación económica de su hogar como difícil o muy difícil. La mitad de los mayores de 55 años no pudo ahorrar nada de dinero durante ningún mes a lo largo del último año y más de la mitad de los españoles de 55 años y más afirma que no podría hacer frente a ningún gasto importante extra.
En estas circunstancias, la vivienda (el 87% tiene una vivienda en propiedad) es el último recurso para obtener desahogo financiero. Pero hay que estar muy vivo para sacarle el máximo partido, porque las opciones actuales de cambiar tu casa por dinero pueden ser ruinosas para ti y para tus herederos, y la subida de tipos de interés pone más difíciles las cosas.
Lo primero que debes saber es que utilizar tu casa para obtener una renta debe ser la última bala que te quede en la recámara. Rubén Sánchez, vicepresidente de FACUA, advierte que "se trata de fórmulas que utilizan las entidades financieras para ganar dinero, no para hacerle ningún favor a los mayores para que disfruten de sus últimos años. Si es posible, es mejor buscar un acuerdo con particulares, un familiar, o un amigo... que contratar un producto de este tipo con una entidad financiera. En cualquier caso, nuestra recomendación es estudiar detenidamente cada tipo de contrato, y siempre con un abogado o especialista independiente", recomienda Sánchez. Pero si no queda otra veamos qué alternativas ofrece el mercado.
Se trata de un préstamo con garantía hipotecaria para mayores de 65 años a través del cual el banco paga a los propietarios una renta mensual hasta el momento de su fallecimiento. La renta mensual se calcula en función de la edad y del valor de la vivienda. A más edad y más valor de la vivienda, más renta mensual. Al fallecimiento del, o de los beneficiarios, los herederos deben cancelar la deuda más los intereses, si quieren recuperar la vivienda. Si no lo hacen, se la queda el banco.
Algunas entidades obligan a contratar un seguro de rentas vitalicias, con el que si se sobrevive a la fecha límite de la operación, se seguiría cobrando la renta, pero suelen ser caros y abonarse en un pago único a la firma. Además, el interés que cobra la entidad bancaria por las mensualidades recibidas está actualmente en torno al 8%, muy elevado en relación a una hipoteca normal. Se trata de un producto complejo que se contrata muy poco hoy en día.
Para la Organización de Consumidores y Usuarios, OCU, "con carácter general y salvo excepciones, no resulta en la actualidad una solución conveniente para resolver el problema de la falta de liquidez en la jubilación. Los tipos de interés aplicados, que son crecientes ahora, y los gastos añadidos hacen que la carga económica de la hipoteca inversa para los herederos sea demasiado elevada. Hemos analizado ejemplos en los que la carga económica final suponía el doble y hasta el triple de las sumas realmente percibidas por el contratante", explican desde OCU.
La renta vitalicia es un seguro de ahorro mediante el cual el propietario recibe una renta mensual de por vida a cambio de su vivienda, pero manteniendo el derecho de uso de la misma hasta su fallecimiento. La cantidad a recibir se calcula en función del valor del inmueble, y de la esperanza de vida del propietario o propietarios, ya que pueden ser beneficiarias hasta dos personas.
Es una variante de la renta vitalicia. Aquí vendes el inmueble a cambio de una cantidad pactada, conservando el usufructo hasta el fallecimiento, o por el número de años contratado.
Se trata de vender la casa y a la vez formalizar un contrato de alquiler, si se quiere vitalicio, con el comprador.
Existen otras opciones para conseguir completar rentas en la jubilación. Puedes lógicamente vender tu vivienda actual y mudarte a una de menor valor por ser más pequeña o situarse en otra localidad.
También puedes optar por vender y vivir de alquiler. Con el capital que consigas de la operación, podrías buscar un producto de inversión que compagine seguridad y rentabilidad, para lograr ingresos mensuales.
También está la posibilidad de alquilar alguna habitación de tu vivienda. O alquilar la vivienda entera a terceros.
Si tienes la suerte de tener herederos con posibilidades económicas quizás puedas acordar una cantidad mensual a cuenta de la herencia. Siempre resultará más barato que levantar la carga de una hipoteca inversa. Pero eso sí, asesórate bien y deja las cosas claras, en un acuerdo por escrito entre particulares o ante notario.