El invierno ha llegado acompañado de una crisis energética que amenaza con encarecer nuestras facturas. El estallido de la Guerra de Ucrania el pasado mes de febrero ha azuzado un alza inflacionista que ya se venía intuyendo desde los meses finales de 2021 y que ha provocado una subida generalizada de los precios de multitud de productos, incluidos el gas y la electricidad.
El coste de vida de nuestro país se ha encarecido en los últimos meses. A pesar del descenso en la inflación que se ha ido registrando desde el pasado mes de julio, cuando alcanzó su punto álgido, los salarios, que hasta noviembre ha subido un 2,6%, siguen manteniéndose cuatro puntos por debajo del dato del IPC, que en el mes de noviembre se situó en un 6,8%.
Esta distancia ha llevado a multitud de familias a experimentar una notable pérdida de su poder adquisitivo. Según los datos del centro de análisis Funcas compartidos por el periódico El Mundo, en este 2022 las familias españolas experimentaron una pérdida de aproximadamente unos 34.000 millones de euros, una cifra a la que, además, habrá que sumarle otros 8.1000 millones en 2023. Es decir: en total, se calcula que en dos años la inflación provocará una pérdida de 42.000 millones de euros en el poder adquisitivo de las familias españolas.
Esta situación ha llevado a buena parte de la población a buscar y emplear alternativas para poder ahorrar en su factura energética en estos meses de invierno sin pasar frío. Y es que más allá de los sistemas de calefacción que hay instalados en las viviendas, existen otras soluciones que pueden ayudarnos a mantener la casa caliente sin activar el termostato.
En este sentido, las chimeneas y las estufas o braseros son, probablemente, las opciones más populares para calentar la casa sin calefacción. Sin embargo, antes de utilizar una estufa o una chimenea debemos tomar ciertas precauciones, ya que, si no se usan adecuadamente, corremos el riesgo de provocar un incendio.
Para evitar tener un accidente en estos meses de invierno, los expertos recomiendan que revisemos el entorno en el que vamos a emplear nuestra estufa o chimenea tanto antes como después de utilizarlas y que tomemos una serie de precauciones, tal y como recogen desde Nius.
En el caso de la chimenea, se recomienda:
En el caso de las estufas, por su parte, se recomienda:
Además, para prevenir posibles problemas es recomendable que en nuestra vivienda instalemos una alarma anti incendios y detectores de CO2, que nos avisarán en caso de que se superen los niveles de monóxido de carbono.