Si llevas un tiempo tratando de vender tu casa pero no logras concretar ninguna operación quizás deberías plantearte si no te estás autosaboteando inconscientemente. ¿Sorprendido? Piénsalo bien. Una vivienda no es solo un espacio físico donde transcurren momentos básicos de nuestra vida cotidiana, sino que también es una especie de contenedor de nuestros recuerdos. En una casa suceden cosas y se generan emociones. Emociones que pueden echar a perder la venta si el propietario no sabe gestionarlas.
Los especialistas del comparador inmobiliario HelpMyCash.com consideran que en un contexto como el actual, donde la cantidad de compraventas comienza a contraerse, “toca redoblar los esfuerzos para que la venta de la vivienda llegue a buen puerto y el punto de partida es evitar los errores emocionales más frecuentes”. Los principales son estos tres:
Normalmente el precio de una vivienda viene determinado por sus condiciones intrínsecas (ubicación, superficie, distribución) y por la situación del mercado inmobiliario (demanda en la zona, precio del metro cuadrado y cuánto están dispuesto a pagar los compradores). Sin embargo, todo se distorsiona cuando entra en juego el componente emocional que hace que el vendedor el atribuya a su vivienda un valor subjetivo y, consecuentemente, infla el precio por encima de lo que dicta el mercado.
Paula Eseiza, experta inmobiliaria en HelpMyCash.com, explica que "la raíz del valor emocional son, justamente, los recuerdos. Es bastante difícil desvincular el inmueble de su historia, más si es la propiedad donde crecieron los niños o si es la primera vivienda que se compró una persona al iniciar su vida adulta”. Por tanto, es importante desligar esas emociones del precio. De no hacerlo, la venta puede demorarse mucho más de lo esperado y la presión de las prisas podría terminar obligando a rebajar sustancialmente el precio.
Con las herramientas de tasación que hay disponibles online es sencillo estudiar el precio de viviendas similares para tener una visión global que nos permita identificar claramente si estamos sobrevalorando nuestra vivienda o no.
Tradicionalmente un comprador intenta conseguir una rebaja en el precio de la vivienda. Y muy generalmente lo consigue. Según Idealista, el precio del metro cuadrado al que se publican las viviendas en su portal inmobiliario ascendía a 1.921 euros en diciembre de 2022. Por su parte, los notarios, que recogen el precio final de venta que figura en las escrituras, informan que el metro cuadrado alcanzó los 1.590 euros durante ese mismo mes. Esto significa una rebaja del 17%, resultado de una negocición.
Es un gran error emocional tomarse los intentos de rebaja como una ofensa. "Aconsejamos tomar las solicitudes de rebajas como una oportunidad para negociar hasta encontrar unas condiciones de venta beneficiosas para ambas partes”, afirman los especialistas de HelpMyCash. De lo contrario, el propietario podría perder oportunidades valiosas.
Los expertos inmobiliarios normalmente facilitan la venta de una vivienda, principalmente por sus aptitudes y conocimientos de valoración y negociación, pero algunos son más profesionales que otros. En ese sentido, un error habitual en la venta es dejarse llevar por las apariencias, sin contrastar la información que proporciona el agente. Por eso es aconsejable pedir información a varias inmobiliarias antes de escoger una, para poder comparar servicios y honorarios con perspectiva.
Además es conveniente pedir siempre una copia del contrato inmobiliario y analizar la letra pequeña, de forma tal que se pueda contrastar lo que ofrece el comercial inmobiliario con lo que dice el documento. “Si ambos coinciden, aumentan las posibilidades de que la agencia sea de fiar", concluyen los expertos.