Cuando vivimos en una comunidad de vecinos, es posible que nos veamos afectados por ruidos a altas horas de la noche, ya sea por unas conversaciones demasiado altas, por el volumen de la música o porque alguien ha decidido dar una fiesta que se ha ido de madre.
Estas situaciones, además de generar problemas de convivencia en toda la comunidad e interrumpir nuestro descanso, pueden afectar también a nuestra salud, ya que la exposición a altos niveles de ruido puede provocar problemas de insomnio, ansiedad, estrés y agresividad, entre otros.
Para combatir la contaminación acústica, en noviembre de 2003 se aprobó la Ley del Ruido, una normativa que recoge los niveles de ruido y horarios legales en los que pueden producirse. Estos niveles, sin embargo, no son iguales para todo el país, ya que la gestión del ruido es municipal.
Esto implica que cada ayuntamiento fija e impone los niveles y horarios legales del ruido en su zona de influencia. Aun así, la gran mayoría de ordenanzas municipales son semejantes.
Tal y como señalan desde Mapfre, por norma general los municipios permiten que se haga ruido de lunes a viernes y en horario de 8:00 a 21:00 o 22:00 horas. Durante este periodo de tiempo, es legal que hagamos fiestas en casa, pongamos música, realicemos obras y, en definitiva, hagamos ruido siempre y cuando no superemos los decibelios máximos permitidos.
En horario diurno, este límite, que también es gestión de los ayuntamientos, está fijado en unos 35 decibelios. Por la noche, en cambio, el máximo baja a tan solo 30. Como curiosidad, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), señalan que si el nivel de ruido con el que convivimos supera los 65 decibelios por la mañana y los 55 por la noche se aumenta el riesgo de que suframos problemas auditivos, psicológicos y fisiológicos, así como aquellos relacionados con la falta de sueño y descanso.
En el caso de los fines de semana y los días festivos, el horario en el que podemos hacer ruido se reduce para que podamos descansar. Como consecuencia, en estos días solo se puede hacer ruido entre las 9:30 y las 21:00 horas.
Estos datos son los mayoritarios, pero dependiendo de la zona del país en la que nos encontremos, las normas pueden ser más o menos tolerables. En el caso de Bilbao, Valencia y Zaragoza, por ejemplo, está permitido hacer ruido hasta las 22:00 horas de la noche. Por el contrario, en Madrid y Barcelona a partir de las 21:00 horas ya está prohibido hacer ruido, tal y como apuntan desde Mapfre.
Sea como fuere, independientemente de la ciudad en la que vivamos, no cumplir con los niveles de ruido conlleva sanciones, que, dependiendo de la situación, pueden llegar a ascender hasta los 3.000 euros. Por eso, si estás pensando en dar una fiesta en casa, ten en cuenta la normativa: te ahorrará más de un problema.