La crisis inflacionista no solo afecta a la cesta de la compra, sino también a las hipotecas. El euribor, el índice de referencia que refleja el tipo de interés medio de los créditos hipotecarios que se conceden en la Zona Euro, acumula ya quince meses de subidas consecutivas.
Desde su vuelta a los valores positivos en abril de 2022, cuando se situó en un 0,005% que puso fin a una tendencia negativa que llevaba arrastrando desde 2016 y que le había llevado a su mínimo histórico de -0,5% en febrero de 2021, este índice no ha dejado de escalar y a cierre de marzo de 2023 ha registrado una tasa mensual media del 3,647%. Se trata de la cifra más alta desde noviembre de 2008, a pesar de que con respecto al mes de febrero, cuando se registró una tasa media del 3,534% el incremento ha sido más reducido que en meses anteriores.
La escalada del euribor ha afectado negativamente a las familias que tenían contratada una hipoteca a tipo variable, que han visto como las cuotas de su crédito hipotecario se han ido incrementando, y ha endurecido las condiciones de las hipotecas de tipo fijo, haciendo más complicada su contratación. Para combatir esta situación, el Gobierno alcanzó un acuerdo con las principales entidades bancarias del país para aliviar el impacto de la subida de los tipos de interés en los préstamos hipotecarios que se aplican a las viviendas habituales.
Conocido como Código de Buenas Prácticas, este acuerdo ha sido suscrito por 54 entidades y cajas de todo el país y ofrece una serie de facilidades para asumir el pago de la hipoteca. En concreto, el acuerdo propone un cúmulo de medidas de las que podrán beneficiarse “las personas físicas que sean titulares de préstamos o créditos garantizados con hipoteca inmobiliaria sobre la vivienda habitual del deudor o del hipotecante no deudor, cuyo precio de adquisición no exceda de 300.000 euros, constituidos hasta el 31 de diciembre de 2022”, según recoge la propia ley. Estos usuarios, además, deberán cumplir con otras condiciones que acrediten que se encuentran en una situación comprometida.
Los usuarios que cumplan con los requisitos deberán solicitar estas ayudas a la entidad bancaria con la que han firmado el crédito hipotecario, aunque las ayudas que se les ofrecerán dependerá de su situación.
En el caso de los hogares con una renta tres veces inferior al IPREM (es decir, de menos de 25.200 euros anuales) que dediquen al menos un 50% de su renta al pago de la hipoteca y que hayan experimentado un aumento del préstamo de más del 50%, los usuarios podrán:
En el caso de los hogares con una renta inferior a 25.200 euros anuales) que dediquen al menos un 50% de su renta al pago de la hipoteca y que no hayan experimentado un aumento del préstamo de más del 50%, los usuarios podrán:
En el caso de los hogares con una renta de menos de 29.400 euros anuales que empleen más del 50% de su renta mensual al pago de la hipoteca y que hayan experimentado una subida del 50% en su crédito hipotecario, podrán: