El sueño de muchos españoles de llegar a la jubilación para por fin abandonar las preocupaciones económicas y disfrutar del merecido tiempo de ocio empieza a parecer una quimera para la mayoría de ellos. Más de la mitad de los hipotecados en el país no habrán liquidado sus cuotas mensuales cuando alcancen los 65, según un informe del portal inmobiliario Idealista. La consecuencia de que las hipotecas cada vez se contraten más tarde es que acaban de pagarse más allá de lo razonable. Y si la pensión que nos queda es menor que el salario que cobrábamos, la gran pregunta es si podremos seguir haciendo frente a la hipoteca restante.
Para entender la situación hay que empezar señalando las dificultades que tienen los jóvenes para acceder a la vivienda. La precariedad laboral, el aumento constante de los precios y las crecientes dificultades para obtener una hipoteca están forzando a miles de jóvenes a postergar la compra de la casa. De hecho, solo el 2,10% de los solicitantes de hipoteca tienen 25 años o menos cuando obtienen el préstamo.
El problema se agrava cuando constatamos que la mayoría de los compradores opta por el plazo máximo posible, generalmente 30 años, debido a la subida de los tipos de interés. Como resultado, más del 58% de los deudas podrían llegar a la jubilación con cuotas hipotecarias pendientes. La situación es especialmente preocupante para aquellos que firmaron su hipoteca a partir de los 36 años, ya que muchos de ellos podrían continuar pagando incluso después de jubilarse.
Pero aún se pone peor. Mas de la mitad de los mayores de 65 que tendrían que asumir el pago de la hipoteca no saldarían la deuda hasta después de los 70, lo que supone un riesgo evidente para su economía y su calidad de vida, ya que las pensiones suelen ser considerablemente más bajas que los salarios. Otra preocupante conclusión del estudio es que el 33% de los jubilados no habrá terminado de pagar la hipoteca a los 70 años.
Según el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, la pensión media de jubilación se sitúa en 1.375,68 euros. No se sabe qué pasará en 30 años, teniendo en cuenta que entre medias se retirará la generación del baby boom, pero la expectativa para cualquier jubilado es contar con ingresos inferiores a los que disfrutaba como trabajador, si es que no tiene otras rentas. Es decir, tendremos un colectivo sénior menos independiente, con menor margen para costearse sus proyectos y con menos presupuesto para gastar.
“Los datos son contundentes, pues muestran claramente el gran esfuerzo que realizan muchas familias para acceder a una vivienda en propiedad. Bien es cierto que a menudo no se llega al plazo final inicial, ya sea por la venta del inmueble o por los pagos anticipados, pero es fundamental concienciar a los consumidores sobre la responsabilidad y riesgo que adquieren, para que lo gestionen adecuadamente. Ahora más que nunca es fundamental analizar y comparar todas las opciones antes de decidirse por una hipoteca, que es un gran compromiso a largo plazo“, concluye Juan Villén, director general de idealista/hipotecas.