La construcción de casas modulares o prefabricadas ha experimentado un notable incremento en España durante el año 2022, según los datos proporcionados por la Asociación Española de Fabricantes de Casas Modulares (ASEMCO). En comparación con el año anterior, se ha registrado un impresionante aumento del 65%, lo que refleja la creciente demanda de esta alternativa tradicional.
Este tipo de construcción se ha vuelto cada vez más popular debido a su rapidez, eficiencia y sostenibilidad. Estas viviendas son fabricadas bajo estrictos estándares de calidad y luego se transportan al sitio de construcción, donde se ensamblan rápidamente. Gracias a la precisión y la optimización de los procesos de fabricación, muchas de estas viviendas pueden ser entregadas en un plazo de entre 2 y 4 meses, lo que supone una ventaja considerable para aquellos que buscan un hogar en poco tiempo.
El primer paso para construir hacerse con una casa prefabricada es tener el terreno. Aquí reside la mayor parte del precio total del proyecto de construcción. Para elegir una parcela hay que tener en cuenta una serie de cuestiones, como la ubicación, el precio, el tipo de suelo si es urbano, urbanizable o rústico, las características de la parcela, la normativa de la zona, la superficie máxima edificable y el diseño de la propia vivienda.
Hay tres grandes usos del suelo: el urbano, el urbanizable y el rústico. El suelo urbano es el que está destinado a construir mientras que, en el rústico, en principio, no pueden levantarse viviendas. Hay tres tipos de suelos:
El suelo no urbanizable no permite la construcción, pero contempla, en algunos de los casos, levantar edificaciones vinculadas a la explotación del terreno como, por ejemplo, un granero, puesto que no es necesario acometer obras. En cambio, cuando el suelo es protegido, no se admite ningún tipo de construcción.
La legislación solo permite disfrutar de una pequeña vivienda en un terreno rústico si es una casa prefabricada móvil, es decir, no está anclada al suelo, y es autosuficiente, esto es, no necesita estar conectada a los suministros de agua, energía y residuos. Sin embargo, el ayuntamiento debe dar los permisos necesarios para instalarla.
En terreno urbano sí se puede construir una casa prefabricada, pero la superficie máxima, los retranqueos, las alturas máximas y otros aspectos están condicionados por la normativa vigente de cada municipio. Cada municipio cuenta con su propio Plan General de Ordenación Urbana y sus leyes para estructurar las condiciones residenciales, por lo que es necesario contar con la ficha urbanística al ayuntamiento correspondiente a la parcela para tener claras las características de la casa que se puede poner.
Este documento tiene la información completa sobre alturas máximas, metros edificables, porcentaje de ocupación y demás cuestiones para tener en cuenta a la hora de colocar la vivienda en la parcela. Además, la parcela deberá contar con ciertos requisitos que marcan el Código Técnico de Edificación (CTE) y las normativas autonómicas: suministro de electricidad, agua potable y alumbrado, evacuación a la red de saneamiento, acceso por vía pública pavimentada…
Se debe cumplir con la normativa urbanística y de edificación, por lo que antes de comenzar con la instalación de la casa prefabricada es necesario contar con todos los permisos y estudios requeridos. Se necesitará, como si se tratara de una construcción convencional, un proyecto, un estudio topográfico y geotécnico, solicitud de licencia de obra al Ayuntamiento y, posteriormente, licencia de primera ocupación.