El incendio de Villajoyosa (Alicante), que le costó la vida a tres personas y dejó 15 heridos, se debió presuntamente a una sobrecarga eléctrica en un enchufe de una vivienda, según apuntan las primeras investigaciones. Esto ocurre cuando se enchufan demasiadas cosas a una regleta, o cuando esta se conecta a otra. Veamos qué hay que hacer en nuestro hogar para evitar este tipo de accidentes.
En primer lugar hay que conocer la potencia máxima que admiten nuestros enchufes y regletas. Después, hay que realizar inspecciones periódicas de los equipos conectados y el cableado eléctrico, por si hubiera signos de sobrecalentamiento, cables desgastados o dañados, y tomas de corriente sobrecargadas.
El exceso de dispositivos conectados a la regleta puede hacer que los cables y las conexiones se sobrecalienten y derritan poco a poco el plástico o el material aislante. Esto no quiere decir que no se puedan utilizar todos los enchufes disponibles, pero hay que tener en cuenta la potencia de los aparatos que tengamos enchufados a la vez.
Según la Agencia de Seguridad y Emergencias de Madrid (ASEM), al estar la estructura cerca de elementos fácilmente combustibles, como cortinas u otras telas que tengamos en el hogar, aumenta las posibilidades de que se genere un incendio. En un minuto, si se produce una sobrecarga, todo puede salir ardiendo.
Por eso es fundamental no colocar las regletas sobre algo inflamable, como una manta o un sofá, y alejarlas siempre de alfombras, manteles o sofás que, por sus materiales, puedan prender fuego con facilidad ante cualquier chispa que salte de la regleta. Lo ideal es que se coloquen en el suelo o colgadas de la pared con un suporte.
También es importante comprar siempre regletas homologadas, que se distinguen porque llevan el símbolo de la comunidad europea. Y los expertos coinciden en que es mejor apagarlas tanto si vamos a dormir por la noche, como si nos vamos a trabajar durante el día, porque así cortamos la electricidad.
No es aconsejable el uso de equipos que tengan el cableado roto o desgastado, circunstancias aumentan la temperatura sobre las superficies combustibles y pueden provocar cortocircuitos que den lugar a que salten chispas y pueda desencadenar el fuego. Los cables eléctricos que están desgastados, pelados o dañados pueden causar fugas de corriente y provocar incendios al entrar en contacto con materiales inflamables, advierten los expertos de Grupo Lasser.
Es decisivo tener cuidado con los cargadores de móvil que utilizamos. Si están en mal estado pueden originar un incendio. Por supuesto, no hay que usar cargadores falsos o comprados en lugares no homologados, y siempre es preferible utilizar el que recomienda la marca para evitar accidentes. Un cargador falso puede no tener el dispositivo que detecta el final de la carga y procede a autodesconectarse, aumentando así el riesgo de sobrecarga. Tampoco es recomendable utilizar el móvil mientras carga.