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El truco del papel de cocina con vinagre para desinfectar tu casa

A veces nos complicamos demasiado con la limpieza del hogar. Entre la cantidad ingente de productos disponibles en los lineales del supermercado y la publicidad que nos abruma, terminamos llenando un armario con todo tipo de limpiadores, quitagrasas, desinfectantes o productos antical. La solución es mucho más sencilla y en Uppers lo hemos comprobado. Vamos a explicarte el truco del papel de cocina con vinagre para desinfectar tu casa.

La aparición del vinagre y su utilización en la cocina y en la conservación de los alimentos fue una casualidad, ya que proviene de la fermentación del alcohol etílico (vino) a ácido acético (vinagre). Las responsables de esta reacción química son las bacterias Mycoderma aceti aunque para ello se deben dar unas condiciones apropiadas de acidez pH, una determinada concentración de alcohol y los nutrientes o las proteínas que contiene el vino. Como resultado, en el vinagre hay una concentración de entre el 3% y el 5% de ácido acético.

En las primeras décadas del siglo I, en la época en la que gobernó el emperador Tiberio Julio César Augusto en Roma, se dejaron por escrito distintas formas gastronómicas de utilizar el vinagre. Para entonces, el vinagre procedía de los toneles de la producción del vino que se agriaba, se picaba o se ponía malo.

El uso del vinagre como limpiador doméstico

Pronto se descubrió que el vinagre no solo servía para conservar los alimentos e intensificar los sabores, sino que era un agente de limpieza natural con múltiples usos. El ácido acético del vinagre blanco transparente es capaz de eliminar la suciedad de todas aquellas superficies que toleren un producto ácido. Además, elimina los depósitos de cal que deja el agua dura en la cristalería, las manchas de la ropa, de las ventanas y de los espejos o los residuos de cal de las mamparas.

A su vez, el vinagre puede con la grasa y con las manchas de óxido, devuelve el brillo a materiales como el latón o el cobre, neutraliza los malos olores y es un poderoso limpiador antibacterias. Las últimas investigaciones científicas incluso han demostrado que el ácido acético puede matar una variedad de patógenos, entre ellos la E. coli (Escherichia coli), una bacteria que causa ciertas enfermedades graves a través de alimentos contaminados como la carne picada cruda o poco cocinada, la leche cruda o las hortalizas.

Por otra parte, el vinagre como limpiador doméstico y desinfectante también presenta otra ventaja y es su bajo impacto medioambiental. Se trata de un líquido elaborado a partir de productos naturales, es biodegradable, ecológico, sostenible y sobre todo no es tóxico, pues su uso no supone un riesgo para la salud de las personas ni de las mascotas. En caso de emplear vinagre en la limpieza y desinfección del hogar se reduce notablemente la contaminación y se disminuye la liberación de químicos que impactan de forma muy negativa en el entorno.

Como últimas ventajas, el vinagre de limpieza es mucho más económico que cualquier limpiador convencional y además reúne muchas propiedades en un solo producto a diferencia de otros; es desinfectante, antigrasa o antical. A este ahorro monetario se suma la liberación del espacio de almacenamiento.

Para utilizar el vinagre blanco como limpiador se puede mezclar a partes iguales con agua y echarlo en un pulverizador. Exclusivamente no está indicada su aplicación en superficies de mármol o de granito porque su acidez puede dañar el acabado, ni tampoco en la limpieza de las pantallas de los dispositivos electrónicos o de la televisión.

Una vez conocidas las ventajas de este limpiador natural es el momento de revelar el truco del papel de cocina con vinagre para desinfectar tu casa. Consiste en fabricar unas toallitas caseras.

Cómo hacer toallitas caseras desinfectantes

Para preparar estas toallitas desinfectantes se necesita lo siguiente:

  • Un rollo de cocina.
  • Una taza de vinagre blanco de limpieza.
  • Una taza de agua.
  • Unas gotas de aceite esencial de limón.
  • Un bote redondo con tapa de rosca o un táper hermético del tamaño del rollo de papel de cocina.

En primer lugar, se mezclan en un recipiente el vinagre blanco de limpieza con el agua y las gotas de aceite esencial de limón. Después se retira con paciencia el cartón cilíndrico del interior del rollo de papel de cocina. El siguiente paso consiste en introducir el rollo en el bote o en el táper para, a continuación, verter poco a poco la mezcla procurando empapar toda la superficie del papel. Por último, se cierra el bote o el táper y se deja reposar 24 horas. Al día siguiente las toallitas desinfectantes y perfumadas con aceite esencial de limón estarán disponibles para limpiar la casa. Además, se pueden perfumar aceites esenciales de otros olores.