Posiblemente España sea el país europeo que disfruta de más horas de sol al año y eso repercute directamente en nuestras viviendas. Quien tiene un piso aprovecha para tener al menos una pequeña terraza, o el que tiene un chalet lo quiere con una más amplia y jardín, y para protegerse del sol, especialmente en verano, nunca está de más un toldo, del cual muchas veces nos olvidamos y también requiere de una serie de cuidados. Durante el verano está muy expuesto al sol, pero en invierno llega el viento, la lluvia e incluso la nieve, y si quieres que te dure una temporada más hay que limpiarlo para que esté en condiciones en todo momento. ¿No sabes cómo hacerlo?
Lo más normal es que tu toldo sea de lona, lo que no quita que pueda ser de otro material, pero al estar a la intemperie es clave mantenerlo limpio y cuidado. El primer paso es quitar la suciedad más visible, por ejemplo esas hojas que puede haberse colado sobre ella. Una vez no hay nada de suciedad a simple vista llega la verdadera limpieza: con un cepillo blando o una aspiradora es el momento de quitar todo el polvo posible.
Cuando hayas acabado llega el momento de mojarlo un poco con un trapo o un cepillo empapado en agua, aunque si existe alguna mancha lo ideal es que utilices un poco de jabón neutro para intentar acabar con ella. Recuerda limpiar el toldo con suavidad para no estropear el material, haciendo la fuerza justa para su correcta limpieza. Si has utilizado jabón retira los restos con un paño humedecido en agua y deja que el toldo se seque y se airee bien.
En caso de que tengas un toldo de plástico puedes lavarlo con agua a presión si tienes esa opción y si hay alguna mancha complicada de sacar puedes usar productos algo más fuertes para acabar con ellas, como quitagrasas. Una vez limpio, también debes dejar que se seque por completo.
Pero el toldo no es solo la parte que te protege del sol, también lo es su parte metálica que lo recoge o lo amplía. Pero lejos de ser algo complicado, lo cierto es que su limpieza es de lo más sencilla y puedes hacerla con mucha más frecuencia pasando un trapo húmedo sobre su superficie para quitar la tierra que se haya ido acumulando con el paso de los días.
Si eres de los que vive en zonas húmedas sabrás de lo que hablamos: el moho. Sí, la humedad puede provocar que aparezcan manchas de moho sobre tu toldo, por eso para intentar retirarlas es clave humedecer el toldo con agua caliente para luego usar un producto quitagrasas, frotando de forma suave, para intentar acabar del todo con esas manchas de moho que han aparecido en tu toldo. Vuelve a aclarar todo el toldo para retirar esos restos de producto y deja que se seque por completo.
Ahora que ya sabes cómo limpiar tu toldo también es clave conocer algunos trucos para mantenerlo limpio y cuidado todo el año. Lo principal es recogerlo cuando llueve para evitar esto anterior, la acumulación de humedad de la que terminen surgiendo manchas de moho que luego serán algo complicadas de sacar. Pero hablando de complicaciones, cuidado con los excrementos de pájaro, desde que veas uno lo mejor es que intentes sacarlo lo antes posible para que no se incruste y luego sea una verdadera pesadilla limpiar ese trozo del toldo.
Con estos consejos podrás conseguir el toldo más brillante de tu barrio dejando completamente atónitos a tus vecinos, que no dudarán en pedirte consejo sobre su limpieza. Aprovecha cualquier mañana o tarde que tengas libre, y haga sol, para poder limpiar por completo el toldo y que este se pueda secar en condiciones para seguir cumpliendo su función a la perfección muchos años más.