De limpiar el filtro a usar vinagre blanco: los mejores trucos para quitar el mal olor de la lavadora
Ana de la Hoz GonzálezMadrid
El mal olor proviene de distintos focos.
El mal olor de la lavadora a veces impregna la colada y tenemos que repetir el lavado
Dejar la puerta abierta o programar un lavado a 30ºC con vinagre en vez de detergente son algunos trucos muy útiles
En el mercado ya se comercializan lavadoras con ciclos especiales que eliminan alérgenos y bacterias
A todos nos ha sucedido que nos acercamos a nuestra lavadora y percibimos un olor desagradable. Parece mentira que un electrodoméstico en continuo contacto con el agua, el jabón, el suavizante o la lejía no desprenda siempre el típico perfume envolvente de estos productos. En Uppers hemos preguntado a los fabricantes porqué se genera ese olor y lo más importante, cómo se quita el mal olor de la lavadora.
Sencillamente, la humedad. Es la principal responsable. La humedad es el mejor entorno para la proliferación de bacterias y microorganismos. Pero el olor también proviene de los restos de suciedad acumulados en los pliegues de la goma de la puerta, en el filtro y en el dispensador del detergente. A veces hasta aparece moho.
El dispensador lo vemos cuando añadimos el jabón, pero el filtro y los pliegues de la goma de la puerta no. Ese olor a humedad de la lavadora al final se traspasa a las prendas de ropa y a los textiles del hogar mientras están en su interior. Por tanto, nuestra recomendación es que prestes un poco más de atención a tu electrodoméstico y pongas en práctica estos trucos.
Ocho trucos para evitar el mal olor de la lavadora
Dejar la puerta abierta de la lavadora al finalizar cada lavado, de modo que se sequen los interiores.
Introducir las prendas más pequeñas dentro de bolsas de malla lo que evita que se queden entre los pliegues de la goma de la puerta.
Vaciar la lavadora en cuanto termine el programa, así no se traspasa el olor a la ropa y su interior se seca cuanto antes.
Lavar asiduamente el cajetín del detergente para retirar los restos de productos.
Eliminar el exceso de agua que quede entre los pliegues de goma de la puerta con una bayeta absorbente y limpiar los posibles restos de suciedad.
Poner un programa de lavado con agua caliente, a 60ºC o a 90ºC, que limpiará el tambor en profundidad. El calor elimina las bacterias y por tanto el mal olor. Puedes aprovechar las coladas blancas de sábanas o toallas de algodón que admiten una temperatura del agua elevada.
Programar un ciclo de lavado normal sin ropa a más de 30ºC con una taza de vinagre blanco de limpieza, en vez de detergente. Recuerda dejar la puerta abierta en cuanto termine el programa incluso todo el día.
Revisar el filtro de la lavadora una vez al mes. Se encuentra en la zona más baja del electrodoméstico y suele estar protegido por una tapa. En las instrucciones de uso se explica cómo se desenrosca y se extrae el filtro. Después se lava con agua bajo el grifo para eliminar cualquier resto. Muchas veces aparecen botones, pequeñas piezas que llevábamos en un bolsillo de un pantalón y no habíamos sacado antes de lavarlo, ballenas de los cuellos de las camisas de vestir… Todo ello dificulta que fluya el agua y acumula la suciedad en su interior provocando mal olor.
Por otra parte, si te vas a comprar una lavadora nueva, aprovecha y busca una que incluya un ciclo de lavado especial que elimine por completo los alérgenos y las bacterias.