El verano es la época del año en la que, empujados por las buenas temperaturas, prácticamente la totalidad de los españoles se coge las vacaciones y pone rumbo destino a su pueblo, a conocer una nueva ciudad o a descubrir culturas diferentes en otro país. Pero pese a esa grata sensación de estar de vacaciones y cambiar de aires durante unas semanas siempre hay una preocupación: dejar la casa sola. No es que te ausentes unas horas por la mañana o todo el día cuando te vas a trabajar, es dejarla varios días o semanas cerrada sin nadie en ella un caramelo para los ladrones que cada vez son más sigilosos.
Sin dejar rastro. Así permiten las nuevas técnicas de los ladrones robar sin que nadie se percate en los hogares vacíos gracias a dos métodos de los que alerta la policía que están utilizando para robar de forma refinada y sin que nadie se entere en los domicilios. Los robos aparatosos han dejado lugar a otros más sofisticados tras la vigilancia de los asaltantes al hogar para confirmar que la vivienda está vacía.
El primero de los métodos es el 'impresioning', para lo que los asaltantes necesitan de una lámina de metal que introducen en la cerradura con el único fin de conseguir un molde y así poder hacer una copia no autorizada de la llave para entrar tranquilamente a la casa. Una técnica con la que los ladrones solo manipulan el interior del bombín y no dejan huellas o pistas sobre el robo.
La segunda es el 'bumping', algo más aparatosa, ya que consiste en que los ladrones introducen una llave maestra en la cerradura y la golpean con un martillo para lograr que salten los pistones de la puerta y así la llave pueda girar fácilmente y entrar a la casa sin problema alguno.
Pero claro, ¿cómo podemos evitar que asalten nuestro hogar mientras estamos ausentes? Además de los que dispongan de una alarma, la policía aconseja dejar los menores indicios posibles de que no hay nadie en casa durante una temporada, siendo las redes sociales un punto clave, intentando no dejar demasiadas pistas sobre nuestra ausencia del hogar.
Otra de los indicios que llaman la atención son las persianas, que siempre se aconseja no dejarlas cerradas en su totalidad, ya que es sinónimo de que no hay nadie en casa. En todo caso, no está de más que alguien de confianza, un vecino o un familiar que viva cerca, revise la puerta de vez en cuando por si los ladrones dejan alguna marca, como hilos de pegamento, para saber si en ese momento la vivienda está habitada, así como que la persona de confianza recoja cada ciertos días la correspondencia y la publicidad del buzón, que es otra de las señales de alerta de los ladrones.