Es la época. En marzo las pistas de esquí se llenan. Porque claro, hay que aprovechar la nieve antes de que los rayos de sol de la primavera empiecen a derretirla y haya que esperar unos buenos meses para volver. Pero como cuando vas a la playa no solo coges sol, cuando te vas a la nieve no solo esquías. Las zonas de nieve ya están preparadas para que después de tu jornada deportiva, la diversión no termine. Porque a pesar de estar a miles de metros sobre el mar, ¿a quién no le gusta pasarlo bien?
Las estaciones de esquí ofrecen todo tipo de clases y preparaciones para empezar a surcar la nieve. No es lo mismo que ya tengas algo de experiencia a que sea tu primera vez. Por supuesto, para los más pequeños también hay clases. En ellas pueden aprender, y quién sabe si de ahí puede salir un futuro deportista de élite. Todo es probar.
Los pueblos y estaciones de los Pirineos aprovechan al máximo estas fechas, pues son su principal motor turístico. Por eso viven con alegría las primeras nieves del invierno, lo que significa que sus meses dorados arrancan.
Baqueira Beret, en el Valle de Arán, es una de las estaciones más concurridas del Pirineo. Durante el invierno se llena de esquiadores profesionales y principiantes que disfrutan del deporte en familia o amigos. Pero cuando se sueltan las tablas de esquí, algo que hay que hacer. Así que es el momento de explorar los pueblos de la zona o encontrar rincones mágicos e inolvidables.
Seguramente que después de una jornada de esquí estés cansado y no te apetezca mucho movimiento. Por eso, que mejor que sentarse en una terraza con amigos a tomar algo. Baqueira está repleta de terrazas en las que las vistas son simplemente increíbles, y lo mejor, suelen estar resguardadas para evitar las posibles fuertes rachas de viento. Y como en todos sitios, las hay que en las que el ambiente es tranquilo, para descansar un rato mientras se charla. Pero también con un poco más de marcha. Algunas tienen sus propios DJs, y junto a la buena compañía, es imposible no venirse un poco arriba.
Si te quedas con ganas de más, la noche en Baqueira y sus pueblos de alrededor tiene su rollo. Hay discotecas en las que la diversión está asegurada, pero recuerda que al día siguiente hay que subirse a las tablas de esquí. Así que mejor pasárselo bien y controlarse para no perder un día maravilloso. Seguro que también has oído hablar de fiestas en terrazas durante el día, lo mejor es que te informes si cuando vas se celebrarán, porque de un año a otro las fechas suelen cambiar. Pero si tienes la oportunidad, no dudes en unirte a una y pasar una tarde inolvidable.
Si eres de lo que ya que ha subido a la montaña quiere descubrir y disfrutar de la naturaleza, no te preocupes porque hay cientos de cosas por hacer. Una vez que estás en la zona, lo mejor es que te informes allí de las mejores excursiones para hacer en esa época, aunque también dependerá del tiempo que haga. Pero si tienes la oportunidad, no dudes en visitar la espectacular cascada Saut Deth Pish, a apenas 20 minutos de Baqueira.
Si te apetece, también muy cerca de Baqueira está el Santuario de Montgarri. Muchos turistas deciden pasar por allí para contemplar su elegancia. Contrasta mucho el paisaje que lo rodea durante el invierno, todo cubierto por la nieve, al de la primavera, cuando aparece el color verde y el río que pasa por delante vuelve a sonar tras congelarse en los meses más fríos.
Y si lo tuyo va de relajarte por completo, la mayoría de los hoteles ofrecen servicios de spa completos: sauna, masajes, tratamientos de belleza… Habrá veces que pienses que no estás en la montaña. Si eres de los que tiene un paladar exquisito, no dudes en visitar los restaurantes de la zona. Ahí, además de entrar en calor, podrás degustar la gastronomía más característica. Porque no hay nada mejor que viajar e impregnarse totalmente del ambiente y la cultura del lugar.
Como ves, irte unos días a esquiar es más que eso. Hay muchos planes que te esperan después de quitarte las tablas de esquí. La montaña es un lugar perfecto para irse unos días con la familia o los amigos y disfrutar de un ambiente distinto al que se suele escoger en vacaciones. Si ahora que viene la Semana Santa tenías dudas, ya sabes, ¡a la nieve!