Cuando pensamos en verano y en coloración capilar, siempre lo asociamos a un asunto de mujeres. Pero no son las únicas que someten su cabello a teñidos o baños de color. Los hombres cada vez se tiñen más. Si antes utilizaban productos para disimular las canas, ahora directamente las cubren con productos específicos o se atreven con colores menos clásicos, llegando incluso a la decoloración extrema.
El sol, el agua del mar y el cloro de la piscina son los enemigos por excelencia del cabello en verano. Se seca, se encrespa y pierde luminosidad. El pelo teñido está aún más expuesto al daño, ya que se puede quemar, cambiar su textura, perder el color e incluso hacerse más frágil. Los expertos de Ma Belle Salon explican los protocolos a seguir para lucir nuestro mejor cabello en vacaciones.
Lo ideal son productos cuyas fórmulas posean agentes que evitan que el color se quede opaco, con aspecto de paja y con tono verdoso por el cloro y la sal del mar. La clave es un champú orgánico, sin sulfatos y con propiedades antioxidantes y nutritivas.
Trata de finalizar el lavado con agua fría para sellar la cutícula del cabello y que quede con más brillo. En verano, el pelo tiende a estar más deshidratado, por lo que es imprescindible aplicarse un acondicionador en las puntas y dejar que actúe para nutrir el cabello.
Además de nutrir y proteger la fibra capilar, los champús reparadores de brillo evitan los reflejos amarillentos y verdosos, fundamentales en los tonos rubios, mientras hacen todo un lifting capilar.
En verano, el cabello teñido pierde su protección natural y el agua, la sal y el cloro se filtran en su interior, dañando las fibras de queratina y dejando escapar los pigmentos del tinte. Para evitarlo, utiliza gorro de baño o aplica un producto capilar waterproof para proteger el pelo y el cuero cabelludo.
Aplica una generosa cantidad de un aceite vegetal de calidad como el de naranjas dulces, lavanda o almendras, sobre el pelo antes de tomar el sol o nadar y tu cabello y color, permanecerán intactos. Además, evitará la rotura de las fibras capilares y tendrás una melena súper hidratada.
Después de darte un baño en la playa o en la piscina, aclara siempre con agua dulce. El cloro contiene cobre, que produce una reacción química por la que los rubios adquieren tonos verdosos. Para minimizarlo, humedece el cabello con agua de ducha antes de bañarte, para que el pelo no absorba el agua de la piscina. Y en la playa, cuando te bañes, enjuágate el cabello para eliminar la sal, que daña la protección natural del pelo.
Una vez a la semana, haz un tratamiento casero de hidratación profunda. Tras lavar el cabello, aplica una mascarilla reparadora y nutritiva en toda la melena y déjala actuar durante horas, con el pelo enrollado en una toalla antifrizz.
Aprovecha las altas temperaturas para evitar las herramientas de calor, como el secador o las planchas. Puedes conseguir texturas naturales rociando el pelo mojado con un spray de agua con sal y dejando que se seque al aire.
Si no tienes otra opción que utilizar secados o planchas, protege tu pelo. El cabello exige el uso de protectores térmicos si piensas usar planchas, tenazas rizadoras o secadores. Para proteger el cabello y obtener volumen, fijación y acentuar el color puedes usar una prebase elaborada con ingredientes de origen natural, que reduce el tiempo de secado y deja el cabello perfectamente preparado para peinarlo.
Para evitar los problemas de sequedad y falta de brillo del cabello teñido, lo mejor es escoger una coloración más natural. Existe una gran variedad de tintes orgánicos y ecológicos en los mejores salones de tu ciudad que evitarán que el cabello se deteriore con tanta facilidad. Una buena solución es el color con barros, un tratamiento natural y sin ningún tipo de efecto secundario para la calidad del cabello.