El colesterol es uno de los grandes problemas de salud que afecta a los españoles y que repercute en las enfermedades cardiovasculares, responsables de más 120.000 muertes cada año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, la Fundación Española del Corazón indica que el colesterol elevado es una de las principales causas del 60% de las enfermedades cardiovasculares. Por eso mismo es clave mantenerlo controlado con unos hábitos de vida saludables, especialmente en la dieta y el deporte.
Uno de los problemas es que tener el colesterol alto no suele manifestarse de forma evidente, siendo necesaria una analítica de sangre para detectarlo, de ahí la importancia de hacerse revisiones médicas al menos una vez al año. En este caso, hay tres signos evidentes que pueden avisarnos de que los niveles de colesterol están más altos de lo debido, y estos se encuentran en los pies.
El diario británico Mirror ha destacado estos tres síntomas según lo que especifica la Fundación Británica del Corazón. "Cuando el flujo sanguíneo empeora, el cuerpo no puede suministrar suficiente sangre, nutrientes y oxígeno a los tejidos blandos. Esto generalmente ocurre en los pies, ya que están más alejados del corazón", destacan. Señalan que entre los síntomas que pueden aparecer son dolores en los pies y aparición de úlceras o gangrena en ellos. Este último, sin duda, es llegado a casos extremos.
No obstante, antes de llegar a puntos graves, aparecen síntomas en nuestras piernas que nos pueden ir alertando de que algo no va bien, destacando principalmente la pérdida de pelo en nuestros pies, así como el entumecimiento y debilidad en las extremidades bajas, además de la posibilidad de que las uñas se vuelvan más quebradizas.
A ello había que sumarle la aparición de úlceras que no terminan de cicatrizarse, junto a un cambio del tono de piel en las piernas, tornándose más pálidas o azuladas, así como un desgaste de los músculos. Sin embargo, apuntan a que en hombres también puede manifestarse disfunción eréctil.
Como explicábamos, un análisis de sangre es la prueba más eficaz para que nuestro médico analice los valores en los que se encuentra nuestro colesterol. Entre 200 y 240 mg/dl de colesterol total ya se considera alto y, por encima de esa cifra, muy alto, según la Fundación Española del Corazón. Mientras, el colesterol LDL, denominado como 'malo', debe establecerse por debajo de los 100 mg/dl, y el colesterol HDL, el 'bueno', debe situarse por encima de los 35 mg/dl en hombres y de 40 mg/dl en mujeres.
Para tenerlo controlado y bajar sus niveles si fuese necesario, es clave la alimentación, limitando alimentos que hagan que el colesterol en sangre aumente, como las grasas saturadas o trans. De esta manera, la dieta mediterránea es una gran opción, aumentando la presencia de frutas, verduras o pescados ricos en omega 3, así como reduciendo la sal y el alcohol. Todo ello, acompañándolo con ejercicio físico que nos permita mantener una salud cardiovascular fuerte.