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Se trata de un producto indispensable en cualquier despensa. Y, ahora, también en nuestro neceser de belleza. Nos referimos al agua de cocción del arroz, la misma que tiras por el desagüe cuando hierves este grano para hacerte desde el típico arroz blanco a cualquier ensalada.
Conocida en Japón por sus virtudes cosméticas, el agua de arroz como tónico de belleza empieza ahora a usarse en Occidente. El agua resultante de cocer arroz tiene numerosos beneficios desconocidos. Posee aportes de vitamina B, zinc, hierro, potasio y magnesio, ya que durante la cocción las vitaminas y oligoelementos de este grano pasan directamente al agua.
Este líquido es igualmente rico en ácido ferúlico, conocido por sus propiedades anti-edad. El agua de arroz también posee alantoína, conocida por sus virtudes cicatrizantes. Tanto el ácido ferúlico como la alantoína forman parte habitualmente de la composición de las cremas anti-envejecimiento por su capacidad para luchar contra las arrugas y otros signos de la edad.
El método es extremadamente sencillo: una vez cocido el arroz, guardamos el agua y dejamos que enfríe. Puede usarse una vez que pierda el calor o bien dejar esperar 24 horas.
Una vez que tengamos la cocción, hay que aplicar el agua con un algodón en las zonas que queramos mejorar. Si lo hacemos de manera ligera, simplemente dejaremos que se seque. Si utilizamos mucha cantidad, podemos dejar que se seque y aclarar según necesidades, dependiendo si luego utilizaremos cremas o sérums.
El agua de arroz tiene una vida muy corta. Por lo general debemos procurar no hacer demasiado, ya que este tónico sólo puede preservarse como máximo durante una semana. Para que mantenga sus propiedades intactas deberemos guardarlo siempre en la nevera y en un recipiente tapado, a ser posible hermético.
Además de por sus propiedades anti-edad, el agua de arroz es excelente para el brillo del pelo. En este caso puede utilizarse durante el aclarado o inmediatamente después.
También es bueno para nuestro intestino. Puede ser un aliado para favorecer el tránsito intestinal por su aporte en fibra. Al tiempo, facilita la digestión y protege la flora intestinal. En caso de diarreas o gastroenteritis, permite rehidratarnos.
¿Más aún? Podemos utilizar el agua de arroz como herbicida natural y desincrustante para el menaje. Pocos alimentos pueden dar más.