Si hay algo unido inequívocamente al envejecimiento, son las canas. Y es cierto que se ven mucho menos entre las personas jóvenes, pero no es único patrimonio de los mayores. Un estudio realizado por la Facultad de Medicina de Harvard ha demontado el mito desvelando que la edad no es el único culpable de este cambio de color. Si los años no son los responsables de las canas, ¿qué es?
El color del cabello proviene de los folículos pilosos, responsables tanto de su crecimiento como de su pigmentación. Cuando estos folículos envejecen, el pigmento disminuye y eso produce el encanecimiento del cabello. Este proceso, sin embargo, no se da igual en todas las personas, pero, lo más sorprendente es que no está ligado a la edad.
Para el profesor de Harvard Robert H. Shmerling, la genética es el factor más determinante en el desarrollo y la cronología de las canas. La etnia es también muy importante en este proceso. Las personas blancas y asiáticas suelen tener las primeras canas alrededor de los 30 años, mientras que para las personas de ascendencia africana, suele ocurrir pasados lo 40.
Además de los genes, la disminución de melanina, el pigmento responsable del color de piel y cabello, también favorece la aparición de las canas. Las células llamadas melanocitos son las responsables de la producción de melanina, pero, con el tiempo, estas células pueden desempeñar peor su función haciendo que el pelo pierda su color. La ausencia de melanocitos es lo que da esa coloración a la cana, aparentemente gris, blanca o, incluso, transparente.
Pero lo más impactante del estudio es la constatación de que el estrés puede incidir en la salud capilar. El estrés puede aumentar la caída del cabello y acelerar el desgaste de los folículos pilosos. Como resultado, el pelo puede tener menos pigmentación.
Aunque haya factores genéticos, un estilo de vida adecuado puede hacer que esos genes se expresen o, por el contrario, queden relegados. Según los expertos, es importante incluir una dieta rica en nutrientes como el hierro y la biotina, fundamentales en la salud del cabello. También es muy útil practicar técnicas para reducir el estrés a través de la relajación y de la meditación, ambas terapias probadas para la salud emocional y física. Por último, aplicarse cuidados capilares específicos y protegerse tanto del sol como de los químicos de ciertos productos pueden fortalecer la cifra capilar.