Tener o no tener pelazo: consejos de peluquero para sacar el máximo partido al cabello

Tener o no tener pelazo. Esa es la preocupación estética de muchos hombre y mujeres, algo difícil de conseguir cuando se van cumpliendo años y en algunos momentos especialmente complicados con el cabello. Con la llegada del verano, el pelo se expone a factores que lo dañan y lo deshidratan por completo. El sol, el cloro de la piscina o el agua del mar son algunos de los agentes principales que perjudican la salud capilar en verano. Además, es posible que el frío del invierno haya dejado nuestra melena seca y dañada, especialmente cuando hay canas. Por ello, es fundamental adoptar medidas preventivas para restaurar y fortalecer el cabello antes de otra época extrema para nuestro pelo. ¿Qué podemos hacer para preparar la melena antes de la llegada del verano y prevenir los riesgos a los que se expone?

La Academia Americana de Dermatología (AAD) recomienda mojarlo y acondicionarlo antes de bañarnos en el mar o en la piscina. De hecho, es un truco indispensable para que el pelo no absorba agua salada o cloro y se deshidrate. Al salir del agua, también es necesario enjuagarlo bien para que no queden restos de cloro o de sal y aplicar algún acondicionador o mascarilla para no perder la humedad necesaria. Estos son algunos de los consejos básicos, pero no los únicos.

Cuestión de tiempo

Cuanto más tiempo dedicas al cuidado de tu pelo, más sano se mantiene. En este sentido, el peluquero y colorista Jorge Garay apuesta por una rutina de cuidados profesionalizados y constantes. "Lo primero que debemos hacer para proteger la melena, es programar una visita con tu peluquero para un corte de saneamiento, que ayude a eliminar las puntas abiertas, evite que el daño se propague y elimine las zonas más afectadas por el uso de tintes, secadores y planchas", asegura el experto.

Para Garay, es importante mantener una rutina de hidratación adecuada, la cual empieza por tratar el cabello con productos hidratantes como mascarillas y acondicionadores, de forma semanal, que sean ricos en queratina u otros ingredientes que mejoran la hidratación. Este es un paso especialmente importante para mujeres con cabello seco, y que hayan sometido su melena a procesos químicos o coloraciones. Usando ingredientes como estos, ayudaremos a mantener la humedad en el cabello y lograremos anticipar la fragilidad y sequedad de este.

Otro aspecto importante para tener en cuenta es la protección capilar. De la misma manera que protegemos nuestra piel del sol, también debemos proteger la melena con tratamientos capilares. Estos tratamientos están diseñados para restaurar el cabello dañado, seco y quebradizo. Proporcionándole brillo, suavidad y protección contra los efectos nocivos del sol y el agua. Con ese propósito, podemos usar gorros o pañuelos para brindar una capa extra de protección. Aun así, es esencial hacer uso de productos con protector solar o que contengan filtros solares para los rayos UV.

La importancia de la protección solar

La práctica fundamental para llevar a cabo un buen cuidado capilar y que la melena luzca hidratada, brillante y resistente a los factores dañinos del verano es comprar buenos productos y asegurarse de que contienen ingredientes hidratantes y nutritivos. Algunos de estos elementos son la proteína de trigo, la glicerina, el pantenol o distintos tipos de aceites adecuados para el cabello. Como señala Jorge Garay, es imprescindible usar acondicionadores y mascarillas con filtros UV, antioxidantes e hidratantes. De esta manera, conseguiremos los siguientes resultados:

  • Hidratación y nutrición intensas. Los acondicionadores y mascarillas que contienen antioxidantes e hidratantes aportan una hidratación profunda al cabello y lo mantienen suave y saludable. Además, los filtros UV que tienen estos productos, ayudan a protegerlo de los daños que produce el sol.
  • Protección de los rayos UV. Los filtros UV funcionan como una barrera protectora contra los perjudiciales rayos ultravioleta, salvaguardando la cutícula del cabello y previniendo la decoloración y el debilitamiento causados por la exposición solar.
  • Restauración y fortalecimiento. Los antioxidantes y los componentes hidratantes que contienen los acondicionadores y mascarillas contribuyen a reparar el cabello dañado. Al fortalecer las fibras capilares desde su interior, disminuyen la rotura y las puntas abiertas, fomentando así un cabello más resistente y saludable.
  • Brillo y luminosidad prolongados. Al sellar la cutícula capilar, la combinación de antioxidantes y filtros UV retiene la humedad en el cabello, evitando la opacidad. Esto se traduce en un cabello con un brillo duradero y radiante, luciendo saludable y revitalizado.

La exposición excesiva al sol deteriora la estructura del cabello, especialmente en colores claros, debido a la degradación de proteínas y pigmentos. El cabello teñido sufre una descomposición acelerada de la melanina y colorantes artificiales, mientras que el cabello gris o claro, al carecer de melanina, es más susceptible. Por último, cabe destacar que hay que preparar nuestro pelo para la llegada del verano y para ello es fundamental mantenerlo sano y radiante durante todo el año, ya que unos pocos días no bastarán para reparar el daño de meses. Mantener una rutina constante de cuidado y atención ayudará a prevenir daños y a mantener un cabello saludable y bonito en cualquier época del año.

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