Mechas invertidas: la tendencia para integrar las canas y no tener que mantenerlas

Aunque cada vez hay más mujeres que deciden dejarse las canas, los trabajos de coloración son uno de los servicios más demandados en los salones de peluquería. En nuestro país, al menos el 60% de las españolas llevan algún tratamiento de color en el cabello, con las tonalidades rubias como color estrella. Su gran ventaja es que cuando asoman las canas, el rubio camufla el pelo gris. Pero abonarse al tinte o la coloración química no es la única manera de gestionar la falta de color. Si decidimos dejarnos las canas, hay maneras de hacer la transición sin perder atractivo. Una de esas maneras son las mechas o el balayage inverso.

Mechas inversas: barrer el color

Esta técnica, que comienza a imponerse entre las mujeres mayores de 60 años, consiste, literalmente, en barrer el color. Las mechas inversas parten del balayage, la manera de aclarar gradualmente el pelo de la raíz a las puntas como quien hace un barrido: raíces más oscuras, puntas más luminosas. Pero, en este caso, la transición se hace al revés.

Las mechas inversas se realizan aplicando un color más oscuro en las puntas y medios del cabello, mientras que las raíces se dejan en un tono más claro o natural. Esta técnica ayuda a disimular las canas porque el color gris se integra con facilidad en el tono claro que se ha decolorado. Diane Lane, Naomi Watts o Julianne Moore son algunas de las celebridades que han optado por esta coloración, que también es muy adecuada para quienes quieran hacer una transición de manera natural, sin estar sujeta a engorrosos retoques.

Pros y contras

La naturalidad es el principal punto a favor del balayage invertido. Con ellas se obtiene un tono orgánico, alejado del efecto casco de otras técnicas de color. Además, requieren poco mantenimiento. Desde el punto de vista estilístico, el color oscuro en medios y puntas añade dimensión al cabello y un plus de sofisticación. En cuanto a tipos de cabello, esta técnica es apta para todas las clases de pelo, aunque los ondulados y rizados ofrecen su mejor versión, ya que el movimiento de estas melenas integra de por sí las canas.

El inconveniente principal de las mechas invertidas es que siempre tienen que realizarse en un salón profesional, ya que requiere mucha habilidad y profesión. Si no se 'barren' bien las mechas, el efecto será artificial. Es cierto que requieren poco mantenimiento una vez hechas, pero es imperativo acudir a la peluquería cuando el retoque es necesario.

¿Hay otras maneras?

Para las que busquen técnicas más sencillas, los expertos apuestan por el baño de color, que no cubre del todo las canas, crea un halo sutil y no produce efecto raíz, o, como novedad, la coloración ácida o las más clásicas baby-lights.

Esta son las opciones preferidas del peluquero y experto en coloración Jorge Garay. "En las primeras canas recomiendo utilizar a mis clientas coloración ácida. Cuando el porcentaje aumenta en torno a un 30-50% de canas, podemos pasar a la coloración semipermanente, ya que proporciona una cobertura más suave y menos agresiva. Una vez que la cantidad de canas supera ese porcentaje, las mechas babylights pueden ser una excelente opción. Estas mechas extremadamente finas son ideales para disimular un cabello con un alto porcentaje de canas, ya que se integran perfectamente y proporcionan un aspecto natural y luminoso.

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