Joaquín José Víctor Bernardo Giménez-Arnau Puente, más conocido como Jimmy Giménez-Arnau, ha fallecido a los 80 años. Periodista, escritor, tertuliano, vividor y vendedor de exclusivas, Jimmy fue uno de los personajes más mediáticos de la televisión y la crónica social desde la década de los 70, cuando empezó a ser conocido o gracias a su relación con Merry Martínez-Bordiú, hermana de Carmen Martínez-Bordiú y nieta del dictador Francisco Franco.
Hijo del diplomático y escritor José Antonio Giménez-Arnau y de María Inés Puente García-Arnaiz, nació a bordo del transatlántico español Cabo de Hornos. Tenía dos hermanos y dos hermanas: Ricardo, José Antonio, Mónica y Patricia, además de perder otros dos, que fallecieron al nacer y en la niñez.
Se licenció en Periodismo y Derecho y en su juventud fue corresponsal de guerra, aficionado al fútbol y al boxeo y vendedor de obras de arte. Comenzó a ser un rostro popular a raíz de su matrimonio el 3 de agosto de 1977 con la nieta bohemia de Franco y Carmen Polo, María del Mar Martínez-Bordiú y Franco, en el Pazo de Meirás. La exclusiva les reportó a los novios un millón de pesetas de las de entonces.
Durante el tiempo que Jimmy y Merry estuvieron juntos residieron en el siniestro Palacio del Canto del Pico, en Torrelodones, la casa de verano del dictador. Con ella tuvo su única hija, Leticia. El suyo no fue un matrimonio de conveniencia, sino que entre ambos sí que hubo un amor verdadero. Hasta que se acabó y se divorciaron en 1993. Ella huyó a Miami, donde decidió vivir de manera anónima. Él vivió de vender exclusivas a base de contar interioridades de su convivencia.
Hubo más mujeres en el corazón de Jimmy. Teresa Fernández Peral y, sobre todo, Sandra Salgado, compañera de profesión 35 años más joven y con la que se casó en 2013. Su historia de amor siempre ha estado marcada por la admiración así como el respeto y el apoyo mutuo. En una entrevista en 'Mi casa es la tuya' ,Jimmy reveló que habían intentado ser padres y que fueron a una clínica para recurrir a la inseminación artificial, pero no salió bien.
La ruptura con su hija Leticia, con quien no se hablaba desde que la niña tenía 12 años, fue uno de sus mayores dramas. "Quise mucho a la niña esa. La estuve cuidando. nos divertíamos muchísimo, pero no lo voy a forzar. Me aconsejaron que hasta que Leticia cumpliera los 18 años luchara para que no me dijera nunca que la había abandonado. Gané todos los pleitos aquí y en Estados Unidos para verla. Pero su madre no hacía caso a los juzgados ni a nada", revelo Arnau a Bertín Osborne.