Hay un momento en el que la primera cana asoma. Y a esa cana pueden seguirle otras muchas. Si antes el pelo blanco era motivo de preocupación estética, hoy puede ser un recurso para añadir y no restar atractivo.
Por esa razón, mimar las canas o preocuparse por hacer una transición bella hacia un cabello plateado es cada vez más habitual. Las mechas espigas o la coloración 'sal y pimienta' son algunas de las técnicas más populares para integrar las canas. Pero hay una nueva tendencia que no solo adapta las canas a nuestro pelo, sino que las integra con mucha gracia. Nos referimos al smokey hair.
Uno de los grandes beneficios del smokey hair es que no necesita tanto mantenimiento como las mechas habituales, de manera que se ahorran muchas visitas a la peluquería.
Pero, además de ahorrar, se gana en atractivo. La melena ahumada no envejece: no suma años al rostro, todo lo contrario. Independientemente del color de pelo, ya sea oscuro o claro, estas mechas siempre iluminan. Sí habrá que tener cuidado en elegir un buen champú de color para que ni la cana ni el color se oxideny presenten un tono amarillento. Al margen de eso, el smokey hair puede hacer que una melena monótona se avive con matices plateados y mientras la cana crece en la raíz, se verá completamente integrada en el conjunto.
Dejarse las canas es una tendencia que está en pleno auge. Iconos de moda como Carolina de Mónaco han abrazado las canas sin perder nada de su elegancia natural. Pero incluso las mujeres más jóvenes han decidido cambiar al pelo blanco o realzar sus primeras canas convirtiéndolas, como e en caso del gery blending, en su tono principal.
El smokey hair presenta un suave contraste aportando luminosidad y volumen mediante el uso de mechas y matizados. Suele consistir en un degradado que mantiene las raíces oscuras y va adquiriendo reflejos plateados desde medios hasta las puntas.
El smokey hair se hace fundamentalmente mediante la técnica de balayage, una especie de barrido de color que integra el tono más oscuro del pelo con el claro.
También pueden hacerse con mechas finas o babylights combinadas con nuevos barridos de color. El smokey hair siempre se realiza en tonalidades frías cercanas al ceniza. La clave es crear distintos tonos de grises para darle más profundidad al cabello. A diferencia de otras coloraciones, se pueden hacer hasta tres colores en el degradado.
Otra clave es que se busca la naturalidad. El tono plateado aparece de forma progresiva de raíces a puntas, aunque lo recomendable es tratar también el nacimiento del cabello para que las nuevas canas que nazcan se asimilen al tono conseguido. ¿El resultado? Una imagen más rejuvenecida y luminosa.