Después de la piel, el cabello es la parte de nuestro cuerpo que más acusa los estragos del verano. El agua salina del mar y el cloro de las piscinas dejan el pelo cargado de metales que alteran el color y cambian la textura de la fibra capilar. El sol, por su parte, lo decolora y lo hace más quebradizo y, por último, el cambio de rutinas propio de las vacaciones también pasa factura. Aunque sabemos que en verano hay que intensificar los cuidados capilares, pocas personas se preocupan de llevarlo a cabo. ¿El resultado? Una melena seca, encrespada, con puntas abiertas y de un color extraño.
Sin embargo, no todo está perdido. Los expertos en cuidado capilar comparten una rutina de cuidados capaz de devolverle a su pelo toda su vitalidad y brillo.
El pelo también vive de nuestras emociones, aparte de nuestro estado físico. Darle mimos y cariño en forma de cuidados es esencial para un buen aspecto. ¿Cómo mimarlo? La hidratación es el principal mimo. Las mascarillas y los tratamientos hidratantes son las herramientas básicas para lograr este objetivo.
Las mascarillas de última generación son ricas en emolientes y están creadas para hidratar al máximo sin aportar peso. Además, como explica Conchi Arias, del salón Curly Camps de Granada, "Ahora contamos con aceites secos que aportan nutrición, brillo, suavidad y acción antioxidante". Como tips extras: un buen corte de puntas, menos secador y planchas, y la misma protección que en verano harán maravillas
Para María José Llata, presidenta de Intercoiffure España y directora de Peluquería Llata Carrera (Cantabria), un buen corte de pelo, adecuado a la textura capilar y a la estructura facial puede rejuvenecer más que cualquier tratamiento antiedad. Si, además, saneamos el cabello, ¿cómo resistirse? Una melena fuerte, abundante, flexible y brillante es sinónimo de salud y juventud. Es como si el pelo empezara a 'respirar' de nuevo.
Los cortes estilo bob, pixie, shaggy (en capas) o mariposa son opciones que pueden ayudar a lograr un look más juvenil, nos ayudarán a eliminar el cabello dañado, aportando volumen y frescura al cabello. Si, en cambio optamos por conservar la longitud, un recorte de puntas siempre le viene bien para mantenerse fuerte y radiante.
Hasta hace unos años, la coloración capilar era sinónimo de maltrato. Los componentes químicos de los tintes dañaban la estructura capilar. Actualmente, las nuevas fórmulas ya no son tan agresivas. Esto, unido a la tendencia de ir dejando las canas integradas en el resto de la melena, hace que, en general, el cabello esté mejor cuidado que en otras épocas.
Para Charo García, directora del centro de estética Ilitia Beauty & Sciencia, en Balmaseda (Vizcaya), hay que apostar por la coloración suave. "Si has sometido tu cabello a tratamientos de color durante el verano, considera utilizar tintes suaves o tratamientos sin amoniaco para evitar dañar el cabello aún más", aconseja la experta. En este sentido, las hennas y los óleos pueden aportar brillo y fuerza, una auténtica cura de belleza para el pelo
Otra posibilidad es optar por reflejos naturales y cálidos. "De esa manera, podemos darle a la melena un toque especial sin dañarla", concluye esta estilista.