Los primeros signos del envejecimiento en la piel comienzan entre los 30 y 35 años, con las arrugas del entrecejo y las patas de gallo e, incluso, las ojeras. No podemos olvidar que la genética, el sol, el tabaco, una mala alimentación o el estrés son solo algunos factores extrínsecos que influyen y que pueden acelerar el envejecimiento de la piel.
La pérdida de colágeno y elasticidad de la piel, así como el efecto de la gravedad, provoca que las arrugas manifiesten de forma lenta y progresiva con el paso de los años. A los 30 aparecen las primeras líneas de expresión, cerca de los 40 aparecen las arrugas gravitatorias más marcadas, a partir de los 50 aparecen signos que se mantienen en reposo, de forma independiente a la mímica facial, visibles aunque no se esté gesticulando, e irán acentuándose conforme pasen los años. Estas arrugas estáticas están provocadas por la fatiga de las estructuras que constituyen la piel, que pierde volumen de tejido, colágeno y elastina, volviéndose visiblemente más fina y flácida.
Las cremas antiarrugas se han convertido en el mejor aliado de muchos, convirtiéndose en un imprescindible en la rutina fácil diaria. “En el ámbito dermoestético entendemos por cremas antiarrugas aquellas fórmulas que disminuyen las líneas estáticas y dinámicas de la piel que aparecen como consecuencia del envejecimiento de esta, sea de forma independiente o en el marco de tratamientos más amplios. Evidentemente, el paso del tiempo (lo que llamamos envejecimiento intrínseco o crono envejecimiento) es parte de la naturaleza de las cosas. No obstante, el denominado 'envejecimiento biológico de la piel' es una suma de factores genéticos y epigenéticos (extrínsecos, tanto ambientales como conductuales) que sí puede frenarse”, aseguran los expertos de Mesoestetic, referente mundial en el sector de la cosmética médica y la medicina estética.
En el mercado existen miles de cremas hidratantes con el objetivo de frenar la aparición de arrugas, y aunque hacerlas desaparecer con una crema es imposible, las hay que sí cuidan y reafirman la piel retrasando y suavizando la aparición de arrugas. Una de las más recomendadas del mercado es la crema facial antiarrugas Q10 de Lidl, un producto recomendado por la OCU y avalado por expertos en cuidado facial. La crema, que se puede adquirir por solo 3,19 euros, ayuda a reducir la aparición de arrugas y mejorar la textura de la piel.
Uno de los mayores problemas de las cremas antiarrugas es que no tienen mucho efecto, según la OCU el problema es que normalmente el retinol o el colágeno no están en la concentración necesaria para tener un gran efecto sobre la piel. Lo complicado es dar con una crema con un buen balance entre ingredientes y eficacia. No obstante, LIDL ha conseguido un resultado optimo entre precio y calidad con su crema Cien Q10 de día. Según el estudio de la OCU ha sido una de las mejores analizadas con una nota de 64 sobre 100.
La crema de LIDL tiene como objetivo ayudar a reducir la aparición de arrugas, así como mejorar la hidratación, elasticidad y textura de la piel. Además, desde dicha organización aseguran que las mejores cremas antiarrugas cuentan con los siguientes ingredientes:
A estos cinco compuestos desde Mayo Clinic añaden: