Perder volumen y turgencia en zonas de la cara o del cuerpo es una de las consecuencias menos deseadas de cumplir años tanto en hombres como en mujeres. No tiene que ver con tener más o menos kilos, ya que se puede tener sobrepeso o estar muy delgado y, al mismo tiempo, tener un rostro plano, sin las curvas y rectas que forman una expresión joven.
En los últimos años, el ácido hialurónico se ha mostrado como una sustancia muy beneficiosa en tratamientos estéticos, pero hay distintos tipos con distintos objetivos. Te contamos lo que tienes que saber del ácido hialurónico para hombres y mujeres de la mano del doctor Moisés Amselem, director de la Clínica Amselem.
Quizás es el concepto más importante. El ácido reticulado forma una red tridimensional de cadenas del dímero D-glucurónico-N-acetilglucosamina. El ácido es más rígido y estable, de forma que perdura más en el tejido dérmico donde es inyectado.
Con poca reticulación o no reticulado, el ácido hialurónico será más fluido y volátil. A mayor reticulación, se conseguirá una mayor densidad y durabilidad. "El no reticulado dura menos y se degrada más fácilmente. Es mucho más vulnerable al ataque de la hialuronidasa (enzima que lo degrada)", explica el Moisés Amselem. En estética se usan ambos, el no reticulado sólo o asociado a vitaminas o aminoácidos para nutrir la piel y el reticulado para rellenar arrugas o surcos, sujeción de estructuras que ceden (el efecto 'lifting sin cirugía) o proyectar planos perdidos, originando un aumento de volumen en zonas estratégicas.
En estos casos se utiliza ácido hialurónico de alta densidad, sobre todo en los labios, de manera más moderada, o en los pómulos de forma más intensa. La duración oscila entre los seis y ocho meses de la primera vez hasta el año, si se realiza habitualmente.
"El ácido hiaulorónico tiene carga negativa. Esto quiere decir que atrae sodio y que, a su vez, el sodio arrastra agua de manera parecida a como lo hace una esponja. A este comportamiento se llama 'efecto hidro-reserva", señala este médico. Tras su inyección, se consigue un efecto natural de hidratación, nutrición, regeneración y prevención por su efecto antioxidante. Se recomienda siempre que queramos mejorar la calidad de la piel, en cualquier sexo, a cualquier edad y en cualquier época del año.
También tienen otros usos como tratamiento anti-edad para rellenar arrugas o borrar cicatrices. Toda sustancia inyectada a nivel dérmico medio o profundo tiende a ejercer un efecto de relleno. En el caso del hialurónico, al captarse agua conforme pasan los días tras la inyección, ese efecto va siendo incluso más evidente.
"Sí. Al ser la sustancia de relleno más natural que existe, no interacciona con otras y, por tanto, no está contraindicado con otras sustancias de inyección, como por ejemplo con la Hidroxiapatita clásica, tal y como demostré el año pasado en un estudio con 30 pacientes que fue presentado con el nombre de MesoRadiesse", explica Amselem.
El tratamiento MesoRadiesse está especialmente indicado cuando se ha perdido turgencia. "En estos casos la combinación del MesoRadiesse es de las mejores, ya que consiste en combinar el poder hidratante del ácido hialurónico con el regenerativo y tensor de la Hidroxiapatita clásica, una terapia que induce a la producción de propio colágeno", señala este experto. La producción de colágeno propio es, de hecho, el objetivo final de muchos tratamientos estéticos anti-edad, ya que esta producción disminuye con el paso de los años, más aún entre los hombres.
En el caso de las mujeres no es el mejor tratamiento para un aumento de pecho. Pero sí puede usarse en otras zonas que necesiten mejorar la calidad de la piel y vencer el efecto de la flacidez, por ejemplo en el cuello, escote, brazos, abdomen, muslos o glúteos. Estas últimas zonas particularmente demandadas entre los hombres.
En cuanto al ácido hialurónico por vía oral, otra tendencia beauty cada vez más extendida en hombres y mujeres, Amselem se muestra partidario: "Puede ser un buen complemento tanto para la piel como para el cartílago. Suele en muchos casos combinarse con colágeno. El nuevo Innéov Pre-Hyaluron es un ejemplo. Se trata de una cápsula y un comprimido para ser ingeridos en una toma y una sola vez al día durante cuatro meses, que combina glicosaminocglicanos, como precursor del ácido hialurónico, manganeso, como activador, y hesperidina, como protector del propio ácido hiaulurónico".
Se trata de la gran pregunta ante cualquier tratamiento o intervención estética. La respuesta va a depender, en gran parte, del tipo de usuarios que seamos. Según explica un estudio de la revista Dermatologic Therapy, existen pacientes de alto riesgo en los que, por su fisonomía o por no tener expectativas realistas, es probable que no haya un buen resultado. En este caso, más que saber parar hay que dejarse aconsejar por el profesional y quizá no hacer la intervención.
Los pacientes clasificados como 'paradójicos' (no quieren que se les note, pero luego recriminan que nadie se lo nota) suelen someterse a más intervenciones que otros. El profesional médico debe explicarles muy bien sus opciones porque son candidatos a pacientes 'cero arrugas'; es decir, a obtener con el tiempo resultados anti-naturales.
Los pacientes discretos suelen corresponder a los hombres: quieren retoques más sutiles y tienden a hacer caso del asesoramiento profesional. Por último, los pacientes ideales son las personas que entran en los primeros años de la madurez, se han cuidado y conocen la importancia de la prevención y de un buen estilo de vida. Suscriben los consejos médicos y saben cuándo parar. Su objetivo es obtener resultados naturales para envejecer con elegancia y discreción.