Después de tres meses en manga corta y tirantes, seguramente quieras solucionar eso que has visto día a día cada vez que te mirabas en el espejo. La flacidez de los brazos. Es una de las mayores pesadillas de las mujeres, sobre todo en verano. Las conocidas comúnmente como 'alas de murciélago', se hacen más visibles a partir de los 40 años, cuando se produce un descolgamiento de la piel debido a la pérdida de masa muscular -sarcopenia- y un aumento del acúmulo de grasa. Te proponemos, de mano del entrenador personal Rafa Carmena, una rutina de ejercicios para volver a tener unos brazos tonificados y también, con ayuda de la experta en belleza Cristina Álvarez, algunos tratamientos estéticos para conseguir la remodelación y reafirmación de la piel.
El deporte es, en la mayoría de los casos, la primera opción que debemos valorar para fortalecer los brazos, aunque requiera un gran esfuerzo y duela mucho (lo sabemos). Rafa carmena nos propone una rutina de empuje. "Son ejercicios en los que se trabaja de forma conjunta el pectoral, el hombro y el tríceps", explica Carmena.
Esta rutina está formada por cuatro ejercicios, que habrá que repetir en cuatro ocasiones. De cada uno tendremos que hacer de 12 a ocho repeticiones y descansaremos entre 60 y 90 segundos entre una serie y otra. "A esta rutina de empuje le sumaremos, además, unos ejercicios de bíceps para que el entrenamiento de la zona sea más completo", apunta el entrenador.
"Este se trata de un proceso de entrenamiento que busca aumentar la masa muscular y acabar con la flacidez, por lo que la alimentación debe basarse en una ingesta proteica elevada", recomienda el coach. Además, la dieta debe incluir alimentos ricos en vitaminas, minerales y fibra para nutrir y dar firmeza a la piel y a la musculatura.
Además de una buena alimentación y una rutina de ejercicio focalizada en mejorar la zona, los tratamientos estéticos pueden ser grandes aliados para conseguir unos resultados más visibles y rápidos. "Los brazos son una zona difícil de modelar, incluso con los cambios de peso, al contrario de lo que pasa con zonas más agradecidas como es la parte del abdomen o incluso de las caderas. También son complicados de tonificar, sobre todo en edad adulta", explica Cristina Álvarez.
Aunque cada caso requiere un estudio personalizado, la especialista estética propone un tratamiento no invasivo que utiliza el láser Fotona para reducir la grasa subcutánea, regenerar el colágeno y reafirmar la piel. Se trata de Tight Sculping, y su funcionamiento se basa en varias longitudes de onda que se aplican conjuntamente para actuar desde las capas más superficiales, hasta las estructuras medias de la piel e incluso en las más profundas y consiguen estirarla.
A partir de ahí, en cada caso el tratamiento se completa con otras técnicas tanto manuales como de aparatología. "La carboxiterapia es una de las más utilizadas, el personal del centro inyecta CO2 en la zona y la respuesta del organismo para generar oxígeno es espectacular", apunta la experta. Por otro lado, la mesoterapia también suele ser una buena alternativa, "inyectamos carnitinas y otros elementos que ayudan a la pérdida de volumen, en unos casos, y en otros a reafirmar la zona". A estas técnicas más innovadoras se pueden sumar dos tradicionales, la presoterapia y el drenaje linfático, realizado a mano y fundamental en la labor de remodelar la zona.
El tratamiento completo para eliminar las alas de murciélago consta de un total de ocho sesiones de entre media hora y 45 minutos, dependiendo del caso. "Los resultados son impresionantes desde la primera sesión, pero para que se mantengan en el tiempo son necesarias el resto", apunta Álvarez. El precio de este tratamiento ronda los 200 euros por sesión y zona.