Hoy en día, las mujeres no son las únicas que consideran el bótox para parecer más jóvenes. A medida que los hombres sienten la presión de verse de cierta manera, muchos de ellos recurren a este tratamiento estético para mejorar su apariencia, por lo que se puede decir que el tratamiento de bótox para hombres está en alza.
El bótox está hecho a partir de la toxina botulínica, una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum. Aunque es una de las toxinas más mortales conocidas por el hombre, se utiliza frecuentemente en cantidades extremadamente pequeñas para tratar una amplia gama de problemas médicos. Se utiliza para tratar algo más que las arrugas profundas y las líneas finas: la toxina botulínica ha demostrado ser un tratamiento eficaz para una amplia gama de trastornos, incluyendo la hiperhidrosis (sudoración excesiva) y la mioquimia crónica (contracción de los párpados).
La toxina botulínica es peligrosa en grandes cantidades porque destruye los nervios y las proteínas vitales. En una menor escala, simplemente debilita las contracciones musculares bloqueando las señales entre los músculos faciales y los nervios. Al debilitar las contracciones musculares, la piel que se encuentra por encima del músculo puede permanecer lisa y sin arrugas. Para los hombres con arrugas profundas en la frente y patas de gallo, el bótox puede ser el secreto para retrasar el reloj de su rostro.
Dentro de la medicina estética, la inyección de bótox es uno de los tratamientos más demandados, dada su efectividad para la eliminación o disminución de las arrugas más visibles.
La toxina se aplica mediante pequeñas inyecciones sobre las zonas previamente seleccionadas y marcadas. Cada diseño es individual y debe ser minuciosamente planificado. No deja cicatrices ni produce inflamación alguna. El dolor es mínimo y no es necesario emplear anestesia. Los efectos se notan a partir de los a los 4-5 días y se instalan, por completo, a partir de los 15 días. Antes de empezar a inyectar se aplica un poco de gel analgésico para que el pinchazo moleste lo menos posible.
Son muchos los centros estéticos que en la actualidad ofrecen tratar con bótox las arrugas alrededor de los labios, surcos del cuello y líneas de expresión en el contorno de la nariz, sin embargo, la aplicación de toxina en estas zonas no está recomendada por los expertos.
Debemos tener en cuenta los posibles efectos secundarios que nos puede causar un tratamiento con bótox, por eso es tan importante que nos pongamos en manos de médicos especializados a la hora de realizar este tipo de tratamiento.
Médicos y dermatólogos coinciden en que los efectos secundarios para la piel del bótox son mínimos si se hace de la forma correcta, en la cantidad adecuada y respetando los tiempos entre cada inyección.