Clásicos, sofisticados o más desenfadados, según el tipo de pelo y el estilo de vida. No hay nada que eleve (o arruine) más un look que un corte de pelo, especialmente entre los hombres. Aunque el mundo de los cuidados masculinos está creciendo exponencialmente, hoy por hoy, los hombres disponen de menos recursos para mostrar su personalidad estética. Y el cabello, su cuidado y su corte, es uno de ellos. Si estás pensando en cambiar de look, renovarlo o simplemente conocer alternativas, este recorrido por los cortes de pelo que mejor sientan a partir de los 50 puede ayudarte.
Cualquier corte de pelo que ponga el foco en el tupé potencia el atractivo masculino. Si nos fijamos, es el corte favorito de celebrities como George Clooney, Leonardo di Caprio o David Beckham. El tupé es sofisticado y tiene un plus de exquisitez y buenas maneras. Y, además, es un corte polifacético: si no se marca en exceso puede ser un peinado más 'casual'; si se peina bien, directamente nos lleva a la alfombra roja. Como colofón, es un corte que sirve para casi todas las texturas y largos, del pelo corto al más largo, ya sea liso u ondulado. Y se adapta a todas las edades, aunque favorece especialmente a los seniors. Por todas estas razones no es raro que sea uno de los cortes de pelo más demandados.
Es otro de los cortes más solicitados. Estiloso y práctico, el corte marinero es una de las mejores opciones para lucir un estilo clásico y a la vez masculino. Empezó a usarse entre las tripulaciones para evitar que el viento alborotara el pelo y cubriera la cara. Es una gran opción si lo que necesitamos es un corte fresco, estructurado y que no requiera demasiado estilismo diario: prácticamente no hay que tocarlo desde que se sale de la ducha. Eso sí, requiere visitas mensuales a la peluquería para que no pierda la forma.
Clásico y versátil al mismo tiempo, los cortes con raya al lado son los más adecuados para los óvalos cuadrados, redondos y ovalados. La raya al lado funciona en todos los largos y texturas y su mantenimiento, muy fácil. Solo se necesita peinarse respetando la raya con algo de gel, pomada texturizante o gomina. Este corte es muy práctico cuando no se dispone de mucho tiempo por la mañana y se necesita ir bien arreglado desde primera hora hasta la noche. Como en el estilo marinero, ir a la peluquería cada mes o mes y medio es obligatorio.
El corte a dos largos es uno de los más solicitados. La clave de este corte es que deja la parte superior de la cabeza con una capa larga, incluso con tupé o con la posibilidad de llevar la raya al lado. La parte inferior, sin embargo, va rasurada otorgando al corte estructura y definición. Dependiendo de cómo te veas, puedes jugar con la proporción de las capas, más o menos largas. Al ser un corte tan preciso necesita cuidados diarios para que ningún pelo se vea fuera de su sitio. Y la cita con el peluquero, habitual: entre 20 y 30 días. Si además te afeitas, tendrás que tener cuidado con no desvirtuar las línea del pelo a la altura de las patillas. Este corte ofrece ventaja respecto a otros: al haber dos proporciones, la parte de arriba resulta más abundante, lo que también estiliza las facciones. Es un corte al que le sientan bien las barbas pobladas. En suma, un corte de tendencia.
Dejarse flequillo es un buen recurso para refrescar un look, rejuvenecerlo, esconder una frente demasiado prominente o unas entradas importantes. Para que el flequillo sea manejable y siente bien, evita que caiga sobre los ojos y déjalo que se abra suavemente sobre las sienes. Si tu pelo tiene textura, no tendrás que peinarlo mucho. Si es liso, tendrás que aplicar cera o cualquier pomada retexturizante para que se adapte a las facciones y no dé sensación de pelo indomable, una de las pesadillas de cualquier peluquero.
El corte a capas es más informal y relajado que los anteriores, pero se ha ganado su sitio incluso entre los seniors. No es adecuado para todos los hombres, ya que requiere bastante cabello, una textura ondulada y un largo superior a la media. Las capas, más o menos largas, según la longitud que queramos, estructuran el corte para dejar que el pelo se vea libre y suelto. Aunque parece un corte fácil, es fundamental que el peluquero dé con el largo adecuado para que el resultado se vea cuidado y no enmarañado. Para evitar este último efecto, imprescindibles ceras, aceites, espumas y todo el arsenal de productos retexturizantes.
Es un corte que recuerda al doble largo. Mantiene dos longitudes, pero hay mayor desproporción entre la zona alta de la cabeza y la zona de las sienes. En esta zona puede pasarse la maquinilla, pero el apurado final siempre es a tijera precisamente para romper la uniformidad. A pesar de su toque militar, es un corte lleno de clase y estilo y resalta especialmente con una barba larga y cuidada.
El corte sexy por excelencia. Tampoco es para todos los tipos de pelo, ya que requiere una cabellera abundante y con cierto movimiento. Si tu pelo es así, lograrás un efecto actual y rejuvenecedor. El corte francés se caracterizar por 'esculpir' el pelo con capas largas respetando el movimiento natural del cabello. Es un corte natural y sienta bien a todas las facciones. Como plus, disimula el pelo fino, dándole apariencia de una melena más gruesa y poblada.
El pelo rapado es perfecto para aquellos que no quieren complicarse la vida. Práctico y de fácil mantenimiento, pero algo estricto, puede suavizarse si se compensa, por ejemplo, con una barba cuidada. Es muy útil para disimular entradas o una línea de crecimiento capilar cada vez más débil. Las caras redondas o con algún kilo de más, mejor abstenerse.
El afeitado extremo solo es posible para hombres llenos de confianza. Un cuero cabelludo al descubierto atrae todas las miradas, así que si te decides por este corte extremo tienes que estar preparado para ser el centro de atención. Cortarse al pelo al cero es una opción sofisticada, extrema, muy masculina y muy adecuada si estás perdiendo pelo de manera irremediable. Para equilibrar el look, nada mejor que unas buenas gafas o cualquier complemento que dé una sensación de estructura en la zona de la cabeza. Y recuerda que estar completamente calvo no significa olvidarse del cuero cabelludo. Además de rasurarlo con frecuencia, hay que limpiarlo antes, mejor con jabón neutro, y mantenerlo hidratado.