Correr en cinta no es solo cosa del confinamiento. Ante el miedo al contagio y la situación coronavírica, se ha convertido en una rutina de entrenamiento óptima y segura, especialmente a partir de los 50 años, que permite ejercitar el cuerpo sin necesidad de desplazarte de casa. Ahora que se ha puesto de moda y sabemos que hasta Fernando Grande-Marlaska, ministro de Interior, utiliza el aparato, te contamos algunos de los beneficios que puedes obtener de la mano de Javier Leandro, entrenador personal del JG Fitness Coaching de Madrid, que dirige sesiones personalizadas por grupos de edad.
A nivel de salud corporal, correr en cinta permite mantener una serie de estándares fisiológicos que mantienen el cuerpo a tono y permiten un mayor nivel de actividad en la vida cotidiana. "Te mantiene activo, mejora la condición física y ello implica que el metabolismo no baje", apunta Leandro. Lo más importante a partir de cierta edad es no perder la forma física o en caso de hacerlo, que sea lo mínimo posible, tal y como contó el alpinista Carlos Soria en una entrevista concedida a Uppers.
Además, la cinta es más beneficiosa que correr en asfalto, ya que el impacto es significativamente menor que en estos casos. Sin embargo, lo ideal es realizar la actividad en campo, tal y como veremos más abajo, debido a la variedad del terreno, que es mejor a la hora de realizar la pisada.
Por otro lado, la posibilidad de entrenar en cualquier época del año, sin importar las condiciones meterológicas, es un claro punto a favor. Ni la lluvia, ni el viento, ni el frío, ni el calor ni los días grises serán excusa ahora para entrenar y ponerte en forma.
El ritmo que Leandro recomienda debe encontrarse sobre los cinco o incluso seis minutos por kilómetro para evitar que las pulsaciones se disparen más de lo recomendable, tanto en cinta como al aire libre. No obstante, como siempre, cada persona es un mundo y lo importante es conocerse en términos de condición física. De ello dependerá que podamos ir aumentando o disminuyendo progresivamente el ritmo para ir lo más cómodos posible, que es de lo que se trata en última instancia.
También dependerá, en gran medida, de la condición física previa. Pero sí hay un tiempo estándar al que debemos atenernos si nuestra intención es quemar grasa. "Un mínimo de media hora, o 40 minutos para reactivar el cuerpo, ya que es a partir de este tiempo cuando comenzamos a quemar grasa", indica el entrenador. No conviene abusar. A partir de una hora es cuando se suceden las sobrecargas de musculatura y los problemas en las articulaciones, tal y como señala el experto.
No todo iban a ser ventajas. Uno de los inconvenientes de la actividad es el nivel de impacto sobre las rodillas, que es más alto debido a la rigidez del terreno que cuando lo realizamos en determinadas superficies al aire libre. Si sufrimos de las rodillas, lo mejor es realizar la actividad fuera y usar el aparato cuando no quede otra alternativa. "Las articulaciones sufren menos, hay menor impacto porque el terreno es más blando. Ello condiciona que se produzcan menos lesiones". El hecho de que haya desnivel también mejora la actividad en caso de tener frágiles las articulaciones, dice el coach.
El deporte por sí solo es bueno, pero mejor aún es combinarlo con una alimentación sana y equilibrada. En este vídeo te explicamos algunas ideas de bocadillos fitness que te pueden servir para llevar una buena dieta al término de tu actividad física.